Sanidad y CCAA pactan el protocolo ante la gripe: recomendación de mascarilla y 4 niveles de riesgo
Miércoles 3 de diciembre de 2025
ACTUALIZADO : Miércoles 3 de diciembre de 2025 a las 16:53 H
9 minutos
El documento incluye la posibilidad de revisar la política de visitas en residencias
Tras una mañana de intensas negociaciones, las comunidades y Sanidad han pactado en la Comisión de Salud Pública un protocolo común para hacer frente a la temporada de gripe que, este año, se ha adelantado en el hemisferio norte.
"Aprobamos con todas las comunidades autónomas un Protocolo Común frente a la gripe, Covid y otras infecciones respiratorias. El teletrabajo o las mascarillas en centros sanitarios salvan vidas", ha adelantado la ministra de Sanidad, Mónica García, en 'X'.
Aprobamos con todas las comunidades autónomas un Protocolo Común frente a la gripe, COVID y otras infecciones respiratorias.
— Mónica García (@Monica_Garcia_G) December 3, 2025
El teletrabajo o las mascarillas en centros sanitarios salvan vidas.
Dijimos que era necesario y posible. Y lo hemos logrado.
Según han explicado posteriormente en un comunicado del Ministerio de Sanidad, el documento servirá para mejorar la respuesta ante la epidemia estacional de virus respiratorios durante la temporada 2025-2026.
"El texto parte de la experiencia acumulada durante la pandemia de Covid-19 y refuerza la vigilancia integrada puesta en marcha tras ella, en línea con las directrices del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS)", argumentan.
Indicadores
En concreto, explican, las decisiones se tomarán teniendo en cuenta diversos niveles de riesgo que se basarán en "los sistemas de vigilancia de las Infecciones Respiratorias Agudas (IRAs)", en los cuales "se utilizan diversas fuentes que permiten monitorizar en tiempo real la transmisibilidad, la gravedad y el impacto sanitario".
"Entre ellas se incluyen el Sistema de Vigilancia de las Infecciones Respiratorias Agudas (SiVIRA), junto con la información procedente del sistema de monitorización de la mortalidad diaria (MoMo), las coberturas de vacunación del Sistema de Información de Vacunaciones (SIVAMIN) y los datos de ocupación hospitalaria y de unidades de cuidados intensivos (UCI)", comentan.
"La combinación semanal de estos datos posibilita la detección temprana de cambios en la evolución epidemiológica y permite una evaluación continua del riesgo, adaptada a las características de cada comunidad autónoma", prosiguen.

Escenarios de riesgo y medidas progresivas
Así, indican, se definen cuatro escenarios de riesgo determinados a partir de los niveles de transmisibilidad detectados, junto con la evaluación del resto de indicadores y el análisis del impacto en los recursos asistenciales y en la población susceptible.
Esta clasificación permite adaptar las medidas a la evolución de la situación epidemiológica en cada territorio, reforzando la capacidad de respuesta sanitaria y comunitaria, argumentan.
Estos son los diferentes escenarios:
- Escenario de situación interepidémica o basal.
- Escenario de epidemia de nivel bajo o medio.
- Escenario de epidemia de nivel alto.
- Escenario de epidemia de nivel muy alto.
La aplicación de las medidas propuestas debe hacerse de forma escalonada e incremental, garantizando que en cada escenario se implementen también las recomendaciones de los niveles anteriores.
Recomendaciones generales en todos los escenarios
Entre las medidas comunes se incluyen:
- La elaboración y difusión de recomendaciones de vacunación frente a patógenos respiratorios.
- El mantenimiento y fortalecimiento de los sistemas de vigilancia.
- La formación del personal sanitario y no sanitario.
- La revisión de los planes de contingencia de centros sanitarios y sociosanitarios para garantizar la continuidad asistencial.
- Promover la ventilación adecuada de espacios, la higiene respiratoria y de manos.
- La recomendación del uso de mascarilla quirúrgica por parte de personas con síntomas respiratorios, especialmente si van a tener contacto con personas vulnerables y la reducción de interacciones sociales en esos casos.

Medidas específicas por escenarios
- Escenario 1: situación interepidémica
En el escenario de situación interepidémica o basal, se mantienen las medidas preventivas generales, como la promoción de la vacunación, la vigilancia epidemiológica y la formación del personal.
Se recomienda el uso de mascarilla quirúrgica por personas con síntomas respiratorios, especialmente si van a tener contacto con personas vulnerables, así como su uso continuado por parte de trabajadores sintomáticos en centros sociosanitarios.
- Escenario 2: epidemia de nivel bajo o medio
En el escenario de epidemia de nivel bajo o medio, se refuerzan las actividades de coordinación interinstitucional y la comunicación activa con la ciudadanía.
Se intensifica la recomendación del uso de mascarilla quirúrgica por parte de personas con síntomas y en entornos vulnerables.
En hospitales, se recomienda su uso en áreas sensibles (como unidades oncológicas o de trasplantes) tanto por profesionales como por pacientes y acompañantes.
En centros residenciales, se mantiene el uso continuado por trabajadores con síntomas, y se pueden adoptar medidas adicionales si se detecta transmisión.
- Escenario 3: nivel alto
En el escenario de epidemia de nivel alto, se adaptarán los planes de continuidad asistencial para garantizar la capacidad de respuesta.
Se recomienda el uso generalizado de mascarilla en espacios comunes de centros sanitarios, como salas de espera o urgencias.
En centros residenciales se revisa la política de visitas, y se aconseja a personas vulnerables utilizar mascarilla en espacios cerrados sin ventilación adecuada.
- Escenario 4: nivel muy alto
En el escenario de epidemia de nivel muy alto, se activa la coordinación extraordinaria entre territorios, mediante reuniones del Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
Las autoridades sanitarias podrán establecer medidas excepcionales para el control de la transmisión en determinados contextos o colectivos especialmente expuestos, aunque no detallan desde Sanidad cuáles podrían ser.
Coordinación
El documento destaca asimismo la importancia de la coordinación entre los servicios de salud pública autonómicos y el Ministerio de Sanidad, así como la necesidad de evaluar periódicamente la situación epidemiológica para adaptar las respuestas.
Se presta especial atención a los entornos vulnerables, como residencias de mayores o unidades hospitalarias específicas, donde la detección precoz y la actuación inmediata resultan esenciales.
Estas recomendaciones constituyen una herramienta clave para anticipar y mitigar el impacto de las epidemias estacionales, mejorar la preparación del sistema sanitario y proteger la salud de la población.
Las enfermeras piden refuerzos
En este contexto, cabe recordar que este mismo miércoles desde el sindicato de enfermería SATSE han querido denunciar que "cualquier protocolo o plan de actuación frente a la gripe, COVID-19 y otros virus respiratorios será insuficiente, parcial e ineficaz si no contempla el refuerzo de las plantillas enfermeras y de otros recursos necesarios en todos los servicios de salud".
"Incidimos en que, tanto el protocolo común de actuación que quiere implantar el Ministerio de Sanidad como los planes específicos que algunas autonomías tienen diseñados, no evitarán las situaciones de colapso y sobrecarga que se producen todos los años porque no van a la raíz del problema, que es la actual infradotación de plantillas que sufren los hospitales y centros de salud", denuncian.
Y añaden que "consideramos positivo y necesario que se mejoren y refuercen las medidas preventivas y de seguimiento, pero la realidad es que seguirá habiendo una proporción muy elevada de personas que tendrán que acudir a los centros de salud y a los servicios de Urgencias, fundamentalmente, a requerir la atención necesaria, y, en este punto, es donde se producirán los problemas”.
Y es que, añaden, "está más que demostrado, año tras año, que, al no haber el personal suficiente que pueda asumir la creciente afluencia de personas en los meses de invierno, los centros sanitarios se colapsan, las esperas en salas no apropiadas, boxes y pasillos se multiplican y la atención empeora".
Es más, advierten, "las primeras situaciones de sobrecarga y tensión asistencial se están empezando ya a producir en los hospitales y lo que ahora son situaciones puntuales se convertirán en unos pocos días en algo grave y constante que perjudicará, además de a los pacientes, a los profesionales que se encontraran saturados y sobrepasados".



