Aumentan los hogares en los que conviven abuelos y niños
Suponen ya el 16% de las familias españolas, cuatro puntos más que en 2020
Los hogares españoles donde los niños viven con al menos un abuelo han aumentado. Han pasado de suponer el pasar del 12% de las familias españolas en 2020 hasta el 16% en 2024, como se desprende de un estudio llevado a cabo por Funcas, que constata que esta situación está cada vez más presente en perfiles socioeconómicos vulnerables.
Para llevar a cabo este estudio, Funcas ha analizado los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) desde 2020 a 2024.
A la vista de los resultados obtenidos, Funcas indica en un comunicado que los abuelos "constituyen el tercer grupo de cuidadores más importante, después de los padres y los servicios de educación infantil".
Además, señala que la convivencia intergeneracional es "más habitual" en países del sur y este de Europa -como España-, que en el norte de Europa, donde predominan los contactos frecuentes sin convivencia entre abuelos y nietos.

Sin embargo, esta 'co-residencia' no se distribuye de forma homogénea en España. En concreto, las comunidades con mayor presencia de hogares intergeneracionales son Canarias (31%), Galicia (26%) y Baleares (17%); mientras que en el extremo opuesto se sitúan La Rioja (8%), País Vasco (9%) o Extremadura (9%).
El estudio añade que el 12% de los hogares biparentales con menores conviven con abuelos, una cifra que se triplica en el caso de los monoparentales (38%).
También se da una mayor tendencia a convivir en hogares multigeneracionales entre los inmigrantes, ya que en las familias autóctonas el 12% de los hogares con menores de 16 años son intergeneracionales, pero el porcentaje asciende al 18% en los hogares mixtos (españoles e inmigrantes) y alcanza el 20% entre los padres de segunda generación.
En cuanto al nivel educativo, la convivencia intergeneracional es mucho más frecuente entre los hogares sin estudios universitarios (16%) que entre los universitarios (10%), por lo cual Funcas concluye que "cuanto más vulnerable el perfil socioeconómico del hogar, mayor la probabilidad de co-residencia con abuelos".
La pandemia, catalizador
Sobre el aumento de los hogares intergeneracionales en los últimos años, la directora de Estudios Sociales de Funcas, María Miyar, ha reflexionado que "la pandemia parece haber actuado como catalizador de este aumento, ya que muchos hogares reconfiguraron de forma temporal su convivencia para atender cuidados o enfrentar dificultades económicas".
Sin embargo, con posterioridad, "lejos de desaparecer, esa forma de convivencia se ha mantenido, probablemente impulsada por la presión del mercado de vivienda, la inestabilidad laboral y la escasez de servicios de conciliación", ha añadido.
De hecho, el papel de los abuelos es especialmente decisivo en los hogares más vulnerables, donde "la coresidencia intergeneracional podría actuar como una red de apoyo informal que compensa carencias estructurales del sistema de bienestar", considera Funcas.


