Sociedad

Luis Alberto Barriga: "No entra en nuestros planes 'rejuvenecer' los viajes del Imserso"

Fernando Ónega

Foto: Gilsey Homet

Jueves 8 de octubre de 2020

ACTUALIZADO : Jueves 8 de octubre de 2020 a las 8:42 H

10 minutos

Entrevista de Fernando Ónega al director del Instituto de Mayores, Luis Alberto Barriga

Entrevista al director del Imserso: "No entra en nuestros planes rejuvenecer los viajes"
Fernando Ónega

Foto: Gilsey Homet

Jueves 8 de octubre de 2020

10 minutos

Con los viajes del Imserso oficialmente cancelados esta temporada tras la publicación oficial de la decisión esta semana en el BOE, el director del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (@Imserso) Luis Alberto Barriga, se enfrenta ahora a la compleja misión trasformar el programa estrella de la institución a la era post-Covid. Una tarea que el director de la institución de mayores reconoce que le "ocupa y preocupa", admitiendo la complejidad de la tarea. Desde su creación hace 30 años para fomentar el envejecimiento activo y el turismo temporada baja, este programa de Turismo Social del Imserso ha superado numerosos envites y presiones, pero quizás nunca uno de la envergadura de una pandemia mundial que coloca a los mayores como grupo especialmente vulnerable. 

Barriga defiende que para rediseñar la nueva temporada hacen faltan "ideas originales" y "cambios, muchos cambios", pero que su intención es que se puedan retomar en cuanto sea posible, especialmente los del programa de Termalismo. El director del Imserso asegura también que ya están trabajando para crear unos pliegos "lo suficientemente flexibles para que pueda articularse un turismo más progresivo en su puesta en funcionamiento". Por tanto admite que las opciones de hacer grupos reducidos y ampliar los viajes a temporada alta están sobre la mesa, a la espera de reunirse con los agentes implicados para tomar decisiones definitivas.

Pese a que no hay nada decidido todavía, Luis Alberto Barriga declara que su intención es que el programa y su presupuesto "siga destinado a los mayores", lanzando un mensaje a las presiones del sector turístico para "rejuvenecer" el programa. "No estamos en absoluto en contra de ese tipo de planteamientos por parte de otros organismos, pero este es el Instituto de Mayores y Servicios Sociales. Esto son prestaciones complementarias de la Seguridad Social, el destinatario es y seguirán siendo los mayores" asegura. Y entona un mea culpa por no haber contado "lo suficiente" con las asociaciones de mayores para la toma de algunas decisiones. 

FERNANDO ÓNEGA.-​ Decía usted que la marca de la casa son los viajes del Imserso. Usted llegó en febrero, es decir, que lleva aquí unos ocho meses, y le ha tocado bailar con la más fea, es decir, cancelar estos viajes de los que dependen casi un millón de jubilados por causa del coronavirus. ¿Le amarga mucho su mandato?

LUIS ALBERTO BARRIGA.- No, es algo que más bien me ocupa y me preocupa por el impacto que tiene este programa en las personas mayores beneficiarias. Obviamente me preocupa la seguridad de las personas y ha habido que tomar decisiones responsables. ¿Amargura? Yo no diría tanto, llamémosle, "sentido de la responsabilidad" porque hay que adoptar decisiones.

Ya el 11 de marzo, antes del estado de alarma, se suspendieron temporalmente los viajes del Imserso. Lo cual denota esa preocupación que ya se veía. Esta suspensión afortunadamente pasó desapercibida, pero generó un problema muy importante y es que teníamos a 45.000 personas todavía en destino.

El desafío ahí fue tremendo y el 19 de marzo, ya estaban la práctica totalidad en sus hogares. Tengo que decir que ahí las operadoras hicieron un trabajo extraordinario, fletando medios de transporte, etc, que consiguieron hacer realidad esta operativa. Luego tuvimos los líos de la devolución de los importes de los viajes reservados, se prorrogó la suspensión hasta el 30 de julio, que ya está solventada.

A partir de ese momento teníamos que convocar la nueva temporada. Obviamente, hemos monitorizado la situación día a día, para ver si había alguna ventana de posibilidad y se pusieron encima de la mesa los datos y los impactos ante el Consejo de Ministros. La sensatez de la realidad indicaba que en estos momentos no era realizable. Eso no quiere decir que se hayan acabado para siempre los viajes del Imserso, ni muchísimo menos. 

F. Ó.-​​ Eso esperamos …

L.A.B.- Simplemente se tratará de reestructurar, poner en funcionamiento progresivamente en cuanto haya oportunidad. Ya desde este momento estamos trabajando en ello. Otra cosa es que en estos momentos sea completamente irrealizable, considerando la movilidad, que son grandes grupos de personas y las características de las personas beneficiarias –más de 900.000 por temporada.

De hecho, recuerdo una reunión con Fernando Simón, en la que se planteaba que probablemente la gente no iba a querer viajar. Pero claro, con que quiera un 10% de los usuarios, ya son 100.000 personas. 

F. Ó.-​ Con lo cual, pensar en una fecha para la reanudación... Dependerá de cómo evolucione el virus, ¿no?

L.A.B.- Efectivamente, no se puede poner fecha. La campaña con las adjudicatarias, los contratos se acabarán resolviendo, pero ya estamos preparando los nuevos pliegos de contratación con suficiente flexibilidad para que pueda articularse un turismo más progresivo en su puesta en funcionamiento. Esto son posibilidades abiertas que debemos hablar con los agentes implicados y las organizaciones de mayores, pero que tenemos que ver opciones para que a lo mejor no se haga al estilo habitual y que las 900.000 plazas no tengan el pistoletazo de salida a la vez, sino pensar en que salgan poco a poco, en grupos de 20.000…. o alargar las temporadas.... ¿Qué va a ser temporada baja a partir de ahora?

En 2021 puede que agosto sea todavía temporada baja, lo cual es aprovechable para los viajes del Imserso, o en julio. ¿Qué pasaría si alargamos los meses en los que se puede viajar o los espaciamos? Vamos a darle muchas vueltas, a tener ideas originales que sirvan para recuperar el programa y también ver qué opciones hay para apoyar al sector turístico, que ha sido castigadísimo por la Covid. No hay que hacer siempre lo mismo, hay que adaptarse a las circunstancias. 

F. Ó.-​​ Ahora acaba de citar al sector turístico. Existen muchas presiones para ‘rejuvenecer’ los viajes del Imserso. ¿Es esta una opción sobre la mesa?

L.A.B.- No entra en nuestros cálculos. Sí que es verdad que hemos tenido planteamientos desde la Secretaría de Estado– de Turismo– y desde el sector hotelero, agencias, etc, que apuntaba a una reconversión del programa. Se ha llegado a hablar de turismo de sanitarios, de jóvenes… No estamos en absoluto en contra de ese tipo de planteamientos, pero este es el Instituto de Mayores y Servicios Sociales. Esto son prestaciones complementarias de la Seguridad Social, el destinatario es y seguirán siendo los mayores. Nosotros defenderemos este programa en cuanto a lo que son sus destinatarios, su razón de ser. Otra cosa es que haya otras iniciativas, en otros sectores, ante lo que estaríamos encantados de la vida. Pero los tendrá que gestionar Turismo o los operadores turísticos, no el Imserso. 

F. Ó.-​​ Le tengo que hacer esta pregunta. Si esto fuese la lotería nacional o la primitiva, tras la cancelación, el dinero pasaría a bote. En este caso, ¿pasaría a bote de los años siguientes?

L.A.B.- La gestión de presupuesto público nunca pasa a bote. Otra cosa es que, a sabiendas de que hay un presupuesto que no se va a gastar, –el de campaña de otoño y la primavera siguiente–, se genere un remanente. La intención de Vicepresidencias Segunda de Derechos Sociales y del Imserso es que eso redunde siempre en las personas mayores. Es decir, existe un concepto lógico de caja única cuando hay un sobrante, que luego se redistribuye. 

En este caso estamos viendo con Hacienda todas las posibilidades para que no se diluya ese presupuesto sin ir a los destinatarios que tenía, que eran los sénior. Sobre todo en forma de posibles coberturas o necesidades que la pandemia está poniendo de manifiesto. Sería una posibilidad, pero lo estamos estudiando, no hay nada seguro al respecto. La intención, insisto es que tendrá que ir dirigido a los mayores.

F. Ó.-​​ Citaba usted antes las asociaciones de mayores, precisamente una de las críticas que se ha hecho sobre la cancelación de los viajes en Consejo de Ministros es que no se había contado con ellos. ¿Lo que usted plantea es una rectificación o lo encamina hacia otra dirección de la gestión del Imserso?

L.A.B.- Es verdad y asumo la responsabilidad y la culpa. Tengo que pedir disculpas porque en el fragor de la pandemia, para algunas decisiones, no solo de los viajes, no se ha contado suficientemente con el colectivo de las personas mayores. De sabios es rectificar y es algo que queremos hacer. Por eso nos parecía importantísimo que la gente mayor, a través de las asociaciones participen desde el minuto uno en si hay que rediseñar cuestiones que tiene que ver con el programa de Turismo Social y estén ahí sentados.

Quiero decir también que el día 22 es cuando el Consejo de Ministros suspende la temporada, pero unos días antes, el día 11,  tuvimos una reunión con todo el sector turístico junto con las asociaciones de mayores para poner encima de la mesa cómo estaban las cosas, es verdad que no para comunicarles una decisión. Estaba allí sentada gente de Sanidad, de Servicios Sociales y de Turismo.... Les informamos de la situación y que con todo eso el Consejo de Ministros tendría que tomar una decisión. Ya se empezó a contar ahí con ellos y también tengo que decir que hemos recibido mucha comprensión con esta decisión por parte de las asociaciones de mayores, porque yo entiendo que es perfectamente comprensible que se haya antepuesto la seguridad de las personas a otras circunstancias. 

F. Ó.-​​ Lo que acaba de decir ¿vale también para el programa de Termalismo? Porque tengo entendido que es usted menos “drástico” con los balnearios que con el programa de Turismo Social. 

L.A.B.- El programa de Termalismo tiene una configuración un poco distinta, y me explico. El programa de Turismo Social es envejecimiento saludable y ahí, lo que se ofrece a las personas son paquetes turísticos, que conlleva desplazamiento, alojamiento, actividades, ...Mientras que en el programa de Termalismo, lo que el Imserso subvenciona son tratamientos termales a personas individuales, que además viajan por sus medios, nadie organiza el viaje, etc. O sea, organizativamente la actividad es muy distinta. Otra cosa es que también se haya suspendido.

Luego, la operativa en cuanto a las operadoras es completamente distinta, porque ahí se tiene si no recuerdo mal 96-98 contratos abiertos con instalaciones de termalismo que tenemos ahora que rehacer para iniciar la temporada 2021 en cuanto se pueda. Es una operativa distinta, pero el Consejo de Ministros ha sido también contundente con este programa. Es decir, también está en suspenso, y desde luego no se va a iniciar hasta que haya seguridad. 

También es verdad que por no ser una actividad masiva, nos puede dar para canalizar cómo hacer las cosas con seguridad, con más facilidad que el programa de de Turismo. Entonces, misma contundencia en anteponer la seguridad de las personas, pero quizás mayor facilidad de puesta en marcha. 

Sobre el autor:

Fernando Ónega

Fernando Ónega

Fernando Ónega, presidente del diario 65ymas.com, es un cronista imprescindible desde los primeros tiempos de la transición. Una voz escuchada y respetada por su rigor y su neutralidad. 

Fue director de prensa de la Presidencia del Gobierno de Adolfo Suárez, siendo autor de buena parte de sus discursos.

Ha trabajado en distintos medios escritos y televisiones. En la radio, inauguró el comentario político en mayo de 1978, en el programa “Hora 25” de la Cadena SER. Después ha sido director de informativos de la Cadena SER y de la Cadena COPE, además de director general de Onda Cero. En esta misma emisora, colaboró con Luis del Olmo durante 17 años, con Carlos Herrera y, desde abril de 2015 a septiembre de 2022, colaboró en los programas “Más de uno”, con dos comentarios políticos diarios, y en La Brújula, con una carta también diaria.

En prensa escrita publicó su primer trabajo a los 13 años en “La Noche” de Santiago de Compostela. Dos años después firmaba una página semanal y hacía entrevistas en “El Progreso” de Lugo. Dirigió el diario “Ya”, fundó el confidencial y la agencia “Off the record” (“OTR Press) y en los últimos tiempos ha sido columnista de “La Vanguardia y “La Voz de Galicia”. 

En televisión, fue director de varios programas en TVE, así como director de relaciones externas de la cadena pública. También ha presentado los espacios informativos de Telecinco y Antena 3 y colaboró como contertulio en varios programas de debate. 

Autor de diversos libros entre los que destacan “El termómetro de la vida”, “Puedo prometer y prometo”, “Juan Carlos I”, “Qué nos ha pasado, España”. 

En 2020 recibió su tercer Premio Ondas, en este caso a la trayectoria o mejor labor profesional. El jurado reconoció "su fecunda carrera en la radio, tanto en su faceta directiva como ante el micrófono, desarrollada en las principales cadenas". "Fue pionero de la incorporación de los espacios de opinión en la radio, y sigue todavía hoy aportando una mirada ponderada sobre la actualidad", destacó. 

A lo largo de su trayectoria también ha recibido otros galardones, como el Premio Godó, varias Antenas de Oro y Micrófonos de Oro, aunque él presume de otros reconocimientos: por ejemplo, la Medalla Castelao de Galicia o los nombramientos como Hijo Predilecto de Pol, o Hijo Adoptivo de Lalín y de la Provincia de León.

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