¿Sufro el Síndrome de Diógenes Digital?

El síndrome de Diógenes es un trastorno del comportamiento que se caracteriza por el abandono personal y social de la persona, que poco a poco va cayendo en un aislamiento en el propio hogar, donde además acumula grandes cantidades de basura y desperdicios domésticos. Afecta, por lo general, a personas de avanzada edad que viven solas.

Hoy en día, se está detectando una tendencia que afecta a nuestra actividad digital y que se inspira en el síndrome de Diógenes por la acumulación de materiales sin sentido. Hablamos del síndrome de Diógenes digital, que no resulta tan visible ya que los documentos digitales no ocupan espacio físico y puede afectar a personas de todas las edades. 

El problema surge porque podemos guardar infinidad de archivos y datos ya que nadie nos pone un límite y los archivos no ocupan espacio por casa y ni molestan a nadie de nuestro entorno, que podría llamarnos la atención sobre eelo. 

Pero es importante tener en cuenta que parar esta acumulación de archivos tanto en nuestros dispositivos (puede saturar el sistema) como en la 'nube' es una prioridad, desde el punto de vista de la ciberseguridad y de la sostenibilidad.

Guardar lo imprescindible

Nuestros emails, documentos digitales y archivos se almacenan en la 'nube', que ofrecen compañías como Google, Apple, Amazon, Yahoo o Microsoft, pero debemos recordar que la ‘nube’ es un lugar real, y tiene forma de enorme servidor capaz de almacenar millones y millones de terabytes de información de usuarios de todo el mundo; y estos servidores necesitan mucha energía para su funcionamiento, además de ocupar un espacio físico. 

Guardar información en la nube es una forma de tener todos nuestros datos siempre disponibles en un servicio que es accesible siempre que tengamos conexión a Internet, pero puede conllevar riesgos y vulnerabilidades. Por ello, siempre debemos informarnos sobre el correcto funcionamiento de las opciones de compartición de archivos y carpetas que nos ofrecen estos servicios para no mostrar información accidentalmente a quien no deberíamos.

Las personas que padecen este síndrome tienen temor a deshacerse de archivos o mails que puedan necesitar en un futuro, de forma que no suelen vaciar la papelera de reciclaje y desarrollan un verdadero apego emocional hacia el material digital.

De forma que el no solo se trata de acumular, sino más bien de la ansiedad que genera el solo hecho de pensar en tenemos que deshacernos de nuestras cosas. Pero almacenarlo todo es una rutina absurda que prácticamente nunca llega a tener ninguna utilidad práctica. Que exista la posibilidad de almacenarlo todo no significa que debamos o que sea conveniente hacerlo. 

Igual que hacemos con la limpieza de los espacios físicos, debemos repassar al menos una vez al año nuestros archivos y deshacernos de los que ya no necesitamos. Además, debemos aprender a utilizar las herramientas que nos permiten mantener un orden como usar etiquetas en el correo o extensiones para ordenar pestañas; y confiar en nuestras habilidades para buscar de nuevo la información que necesitamos.