Si te gusta la música lo más probable es que tengas una buena colección de CDs de tus grupos o cantantes favoritos, que compraste hace ya tanto tiempo que seguramente ni lo recuerdas. La cuestión es que estos dispositivos tienen una fecha de caducidad. Si tu colección es de finales de los 80 o principios de los años 90 probablemente dejen de funcionar en breve. Esto se debe al material que se empleaba al principio para elaborarlos, de peor calidad, facilitando por tanto su deterioro con más rapidez y limitando su vida útil.
Para comprobar el estado de tu CD primero puedes ponerlo sobre una fuente de luz potente y comprobar si tiene agujeros o marcas de color marrón u ocre. Esto significará que la degradación ya ha aparecido y que puede haber afectado solo a una parte de las pistas o a todas. Entonces ya no podrás escuchar a través de este dispositivo las canciones que tenía grabadas.
Ahora bien, si los has tenido bien guardados en sus respectivas cajas, es probable que te duren más. Los factores externos influyen, la humedad o los cambios bruscos de temperatura también contribuyen a su degradación. Lo más común es que comiencen a dar fallos a partir de los 20 años.
En cualquier caso, lo mejor es ser previsores y si podemos deberíamos intentar salvaguardar nuestra música. El método al que suele recurrir más gente es pasar la música del CD al ordenador. Para hacer esta operación hay distintas opciones.
Partiendo de que en nuestro ordenador tenemos Windows, el proceso es sencillo pues la música se puede extraer a través del Reproductor de Windows Media. Estos serían los pasos:
Además de este reproductor existen otras posibilidades para hacer esta operación gracias a programas diseñados de forma específica para ello. En este caso el primer paso será descargarte el programa en tu ordenador e instalarlo. Estos elementos lo que hacen en términos técnicos es “ripear”, es decir, extraen el contenido de un CD, DVD u otros soportes y ubican en el disco duro de un ordenador.
Normalmente el funcionamiento de este tipo de software es muy similar, de modo que permiten sacar la música del CD y a la par la convierten en formatos comprimidos como el MP3. Normalmente un disco normal de entre 18 y 30 canciones ocupa unos 700 MB sin comprimir, pero si lo sometemos a este proceso no va a ocupar más de 80 MB. Hoy en día podemos encontrar editores o reproductores de audio que dan esta opción, pero en ocasiones no lo hacen con la calidad deseada y a veces incluso no te permiten reubicar los archivos de música donde deseas o moverlos. Por ello, los expertos recomiendan usar programas específicos con esta finalidad.
Uno de los más programas gratuitos más populares para esta operación es CDex. Este incorpora todas las posibilidades para extraer el audio de un CD y transformarlo a distintos formatos. Los nombres de las canciones se pueden editar manualmente o recuperarlas desde internet.
Otro software gratuito con esta finalidad es AIMP, que tiene bastante éxito entre los habituales de este tipo de acciones porque lo consideran rápido y eficiente. También puede convertir la música a diferentes formatos y la extrae de cualquier CD.