Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorLos petit choux son una de las elaboraciones más habituales en las pastelerías. Lo cierto es que podemos prepararlos en casa, de una forma muy sencilla y rellenarlos con lo que más nos guste gracias a la masa choux, que es la base para distintas elaboraciones como los profiteroles, los éclairs, los chouquettes, etc.
Se trata de una preparación propia de la repostería francesa, que se caracteriza por su ligereza. Al hornearse, el pastel queda hueco en su interior, lo que permite su relleno de forma muy sencilla. Además, permite poner todo tipo de rellenos y coberturas. Las más típicas son la nata montada y la crema pastelera. Pero podemos probar con chocolate, mousse de turrón, incluso rellenos salados a base de queso, pasta de anchoas o salmón ahumado, por ejemplo.
Para preparar una masa choux, necesitaremos 140 gramos de harina de fuerza, 120 gramos de agua, la misma cantidad de leche y de mantequilla, 240 gramos de huevos (unas 5 unidades), una pizca de sal y una cucharada de azúcar.
Comenzamos poniendo en un cazo el agua, la leche, la mantequilla, el azúcar y la sal y lo calentamos. En el momento que comience a hervir, lo retiramos del fuego y añadimos la harina, previamente tamizada, de golpe. Removemos bien hasta conseguir una masa densa que se despegue de las paredes del recipiente.
Deja que se enfríe la mezcla antes de añadir los huevos, que se añaden de uno en uno y se mezcla perfectamente antes del siguiente. El resultado debe ser una masa suave y lisa, que puedas manejar. Usa una manga pastelera para dar la forma que desees (alargada, redonda, etc.) y hornea, comenzando a fuego fuerte (200ºC) para luego bajarlo a 160ºC.
Si buscas una proporción exacta, la cantidad de agua, leche y mantequilla debe ser la mitad del peso de los huevos. Así que si quieres acertar, pesa los huevos y sabrás la cantidad exacta del resto de los ingredientes.
A la hora de calcular la harina, también dependerá de la capacidad de absorción de esta, por lo que tendremos que probar las primeras veces hasta que demos con la más adecuada. Si hay un exceso de harina, el resultado no será ligero y si nos quedamos cortos, se nos desparramarán en la bandeja del horno.
Si no están bien horneados, se nos van a desinflar al sacarlos del horno. Además, es importante no abrir el horno durante la cocción para que no se aplasten.
No rellenes los profiteroles con demasiada antelación porque el relleno humedecerá la masa y se echarán a perder.