La buena manutención de las tuberías y desagües que abastecen de agua nuestra vivienda es de vital importancia. Aunque pueden ser muchas las causas del deterioro de las cañerías, la principal es una mala instalación de las mismas. Así que, a la hora de gestionar el suministro de agua, es mejor no escatimar en gastos. Igual que con muchas otras cosas, lo barato puede resultar caro, pero quizá solo lo descubriremos con el paso del tiempo.
Para evitar futuros daños debidos a fugas de agua, inundaciones o algún otro problema en nuestra instalación de agua, debemos seguir las siguientes recomendaciones de profesionales y compañías aseguradoras:
1.- Observa el contador de agua
Un paso simple pero muy útil para observar si tienes una fuga: si el contador se mueve sin estar utilizando el agua, puede tu instalación no esté en correcto estado. La aparición de humedades o una baldosa que se mueva pueden ser un indicio.
2.- No utilices el váter ni el fregadero cómo papelera
Los desagües de agua de nuestro hogar no están fabricados para absorber todos los residuos que nosotros queramos verter. No se deben arrojar restos de comida ni aceites en el fregadero, pero tampoco bastoncillos de algodón ni toallas sanitarias al inodoro. Mantener un control de lo que absorben nuestras tuberías nos evitará muchos atascos y llamadas al fontanero.
3.- Comprueba que, cuándo cierras las llaves de agua, no funcionan los grifos
Si sigue saliendo agua, se trata de una fuga y debes llamar a un fontanero para solucionarlo. Recuerda también mantener las llaves de agua cerradas si vas a ausentarte durante un largo período de tiempo.
4.- Revisa las juntas del alicatado en tus cañerías y aplica silicona si es necesario
El desgaste de las juntas y masillas entre nuestras baldosas puede provocar pequeñas filtraciones de agua y estropear nuestros muebles. Para prevenir unas juntas con suciedad o moho, podemos utilizar siliconas de alta calidad, capaces de reparar el desgaste de las juntas.
5.- Mantén el cuarto de baño ventilado para evitar los escapes por condensación de las tuberías
Asegúrate de que tu baño tenga ventanas o algún tipo de ventilación para evitar que se acumule la humedad. Además de manchas, olores u hongos, la humedad puede provocar fisuras en nuestra instalación de agua o evitar que el agua fluya en nuestras cañerías con normalidad.
Qué hacer si ya tienes un escape
Si ya has detectado un escape de agua en tu hogar, desde el RACC (@ClubRACC) ofrecen algunas indicaciones sobre cómo debemos actuar. Lo primero, sin lugar a duda, es localizar la fuga. Si ésta se ha producido dentro de tu inmueble, cierra las llaves de paso para cortar el suministro y que deje de salir el agua. No obstante, si crees que la fuga no es tuya sino de algún vecino, contacta con él lo antes posible o llama a los bomberos si se trata de algo muy urgente.
Después, trata de minimizar los posibles daños. Si la fuga de agua ha inundado alguna parte de tu casa, utiliza trapos, fregonas, etc. para secarla. Además, no utilices tu suministro de agua hasta que se haya reparado la instalación, ya que puedes ocasionar daños mayores. Finalmente, soluciona el problema. Una vez conozcas dónde está la fisura y te asegures de tenerlo todo bajo control, acude a un profesional especializado para que repare el problema y se asegure de que no vuelva a ocurrir.
