Practicopedia

¿Sabías que tu gato también puede sufrir situaciones de estrés?

Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Domingo 30 de junio de 2019

3 minutos

Un cambio de casa, una nueva mascota o un viaje largo pueden ser motivo de ansiedad para tu gato

Tu gato también puede sufrir estrés
Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Domingo 30 de junio de 2019

3 minutos

Llevas días observando a tu gato y notas algo raro. Se muestra más miedoso, desconfiado, agresivo o maúlla sin parar. Además, araña los muebles, hace sus necesidades fuera de su sitio o se le cae el pelo más que antes. Puede que, por mucho que conozcas a tu gato, no sepas que está pasando por una situación de estrés. Sí, a tu mascota le puede pasar como a ti: sufrir un episodio de ansiedad.

Cambios que desencadenan esa situación de estrés

Uno de los motivos por los que tu gato se puede encontrar en esa situación es su modo de reaccionar ante los cambios en su entorno. Son muy sensibles a esas alteraciones que se producen a su alrededor como, por ejemplo, una mudanza a una casa nueva. Piensa que llega a un lugar que no conoce, donde todo le resulta extraño, desde el más mínimo ruido o los olores.

Pero no solo la ubicación afecta a su bienestar, el contacto con personas desconocidas es otro de los elementos desencadenantes. Si una nueva pareja o un miembro de la familia empieza a convivir con nosotros, no es de extrañar que, hasta que tenga confianza con esa persona, tu gato esté más esquivo o alterado de lo normal. Lo mismo que si adoptas una nueva mascota. Puede que tarde tiempo en aceptarlo como uno más de la familia. 

Tu gato también puede sufrir estrés

Tu gato preferiría no viajar

Los gatos pueden pasar un par de días solos en casa. Pero si no te queda más remedio que llevártelo de viaje, es bueno que sepas que no le va a gustar nada el trayecto.

Primero, no le resultará agradable pasar horas enteras metido en un trasportín hasta llegar al destino. Segundo, al no controlar la situación, puede que le cueste estar tranquilo y pase todo el viaje nervioso. Y tercero, el movimiento o el ruido de ese medio de transporte puede que tampoco le ayude a calmarse y solo logre marearlo.

¿Qué hacer en este tipo de situaciones?

Tras conocer la causa que ha motivado el estrés de tu gato, es importante que sepas cómo actuar. Así, es aconsejable que le proporciones un entorno tranquilo en todo momento, que estés pendiente de él y le demuestres tu afecto y cariño en esos momentos para que se sienta seguro. Intenta jugar con él para que se olvide por un rato de esa circunstancia angustiosa.

Si hay un nuevo animal o persona en casa, intenta que la adaptación sea progresiva sin forzar por ambas partes y, en el caso de que tengas que hacer un viaje con tu gato, es aconsejable que se acostumbre poco a poco con traslados cortos y frecuentes para que vaya perdiendo el miedo. 

Sobre el autor:

Victoria Herrero

… saber más sobre el autor