Fin al debate: ¿se debe guardar el ketchup en la nevera?

Dulce y sabroso: el ketchup es uno de los condimentos más famosos del mundo, y en los supermercados españoles los consumidores cuentan con una amplia gama de opciones para satisfacer su apetito por la salsa, imprescindible para dar sabor a hamburguesas, patatas fritas y muchísimos platos más.

Henry J. Heinz patentó el ketchup en 1876, después de añadir tomate a una antigua salsa china, llamada ketsiap. El primer refrigerador para el hogar salió al mercado mucho después, a principios del siglo XX. Por lo tanto, durante años, el ketchup no necesitó ninguna nevera para conservarse.

Cuando comemos en casa ajena, solemos comparar hábitos de los anfitriones con los nuestros. Por ejemplo, los alimentos que meten o no en la nevera. Uno de los productos más discutidos sobre esta práctica es el ketchup, en parte porque hay a quien no le gusta que la salsa se enfríe.

Otros en cambio prefieren cuidar al detalle la seguridad alimentaria y, por eso, guardan en la nevera productos como el ketchup; que en los establecimientos de comida rápida pasa horas y horas encima de la mesa. Entonces, la pregunta es: ¿debe guardarse el ketchup en la nevera?

El ketchup tiene conservantes naturales que ayudan a que no se contamine

Según un portavoz de Heinz, se recomienda refrigerar sus productos después de abrirlos para mantener una mejor calidad, y señala que esto se aplica a todos sus productos, incluidas la mostaza, la salsa barbacoa y el resto de aderezos. Dresser dice que si no tardas mucho en acabarte un bote no pasa nada porque esté a temperatura ambiente.

Pero, como dice Heinz, la calidad general será mejor si lo guardas en la nevera, donde el proceso de degradación se ralentiza. Como explica Cynthia James, del centro de comida de la Universidad de Cornell, “a temperatura ambiente los microbios crecen y se multiplican a una mayor velocidad; refrigerar los alimentos ralentiza su crecimiento”.

Por lo general, el ketchup puede estar fuera de la nevera durante un tiempo por la acidez del tomate y los niveles de azúcar que actúan como conservantes naturales. Por ello, en los restaurantes siempre es habitual que tanto el kétchup como la mostaza sean servidos a temperatura ambiente. Eso sí, la marca anima a los consumidores a refrigerar las botellas que ya están abiertas para "mantener la calidad del producto". 

Por tanto, recuerda que puedes guardar cualquier kétchup comercial en la estantería de la despensa. Esto no es posible en el caso del kétchup casero, ya que carece de conservantes. Los cambios en el color, olor o sabor son indicativos de que la salsa debería pasar a mejor vida.