
10 hallazgos científicos sobre los abuelos para celebrar su Día Mundial
Revelan los beneficios de sus cuidados para ellos y sus nietos y proporcionan alguna anécdota

Amor, cariño, dulzura, paciencia, entrega, altruismo, generosidad. experiencia, sabiduría, transmisión de valores, como el de la familia y la cultura… No cabe en un artículo lo que los abuelos aportan y transmiten a sus nietos.
Los abuelos tienen siempre una ventana abierta al corazón de los niños. Cuando un padre se relaciona con sus hijos, a menudo se desarrolla una lucha por el control. Él es el adulto a cargo, el que impone la disciplina, y es difícil para un niño dejar de lado esa imagen autoritaria, como documenta Grandkidsmatter.org.
Por si fuera poco, la resolución de problemas, el pensamiento crítico, el trabajo en equipo, la comunicación y la empatía también son cruciales en el desarrollo de la personalidad de un niño, y los abuelos las enseñan muy bien.
Y como recuerda el antropólogo y pediatra Paul W. Turke, sobre su presencia en la evolución humana, "la supervivencia no se trata solo de fuerza física, sino también de cooperación, aprendizaje y conexión. La próxima vez que veas a un abuelo jugando con su nieto, contándole una historia o ayudándole, recuerda que continúa una tradición que ha moldeado a la humanidad durante miles de años. Ellos son más que simples miembros cariñosos de la familia: son uno de los mayores regalos de la evolución".
Hoy la ciencia, en su Día Mundial, lo celebra con estos estudios que constatan los beneficios de sus cuidados para ellos y sus nietos. Aunque tambien la propia comunidad científica hace algún llamamiento como contaremos más adelante. Y todo sin dejar de recordar el gran y necesario papel de los cuidadores de los abuelos.
1. El papel de las fortalezas del carácter
Publicado en 'BMC Geriatrics', este trabajo se llevó a cabo con 536 abuelos españoles. La edad media fue de 70,23 años y se realizó un análisis de regresión múitple. En él se analiza el papel de las fortalezas de carácter en el bienestar psicológico de los abuelos. Se incluyó tres grupos de variables que podrían estar relacionadas con el bienestar psicológico de los abuelos: características personales (sexo, edad y estado civil), evento estresante (desempeñando un rol de cuidador o no cuidador) y estrategias de afrontamiento (fortalezas de carácter).
El análisis de regresión múltiple evidenció que las fortalezas de carácter: optimismo, humor, coraje, justicia y resolución de problemas explicaron el 34,7% de la variación del bienestar psicológico de los abuelos. Así ante un acontecimiento estresante, como en este caso el cuidado complementario de los nietos, las características personales o el propio acontecimiento estresante no son tan relevantes como las estrategias de que dispone la persona para afrontar el acontecimiento.
2. Longevidad más saludable
La Encuesta de Longevidad Saludable de EE.UU. 2025 revela que para los abuelos es invaluable el tiempo que pasan con sus nietos. Y como muestra un análisis de la misma, los que ven mucho a sus nietos tienden a sentirse menos solos y a tener mejor salud mental; una posible señal de que cocinar, jugar a las cartas o cuidar a sus nietos podría ser una excelente manera de mejorar su bienestar.
Las investigaciones han demostrado que las personas que pasan tiempo con sus nietos tienden a tener mejor salud mental y a sentirse menos aisladas; no es que los nietos sean la causa directa de esta mejora. En general, la encuesta, realizada por AARP y Michigan Medicine (en la Universidad de Michigan, EE.UU.), reveló que los encuestados con nietos tendían a sentirse menos aislados y reportaban una mejor salud mental.
3. Abuelos con estudios
Comer bien, hacer ejercicio y asistir regularmente a las citas médicas puede contribuir a una vida larga y saludable, pero un nuevo estudio identificó un posible factor que escapa a nuestro control: si uno de sus abuelos fue a la universidad. El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Drexel, de la Universidad de California y de la Universidad de Carolina del Norte, se publicó en la revista 'Social Science and Medicine' .
Al estudiar datos de tres generaciones (educación de padres y abuelos, y datos de salud de padres e hijos), el grupo encontró una asociación estadísticamente significativa entre el nivel educativo de los abuelos y la edad "real" epigenética de sus nietos (definición corta de lo que se entiende por "real" (la edad que tiene un individuo según su perfil de salud y sus células).
El hallazgo del estudio, que indica que los nietos de abuelos con estudios universitarios mostraron un envejecimiento biológico más lento (es decir, una edad biológica más joven en relación con la edad cronológica) que aquellos cuyos abuelos no se graduaron en la Universidad, se basa en cinco relojes de envejecimiento epigenéticos diferentes. Estos utilizan una muestra de saliva para examinar un proceso biológico conocido como metilación del ADN, que cambia con el envejecimiento corporal, y predice la edad de un individuo basándose en su perfil de salud a nivel celular.
4. La herencia genética especial de las abuelas
Investigaciones científicas han revelado que las abuelas influyen genéticamente en sus nietos de manera significativa. Un estudio de la Universidad de Cambridge, liderado por la antropóloga biológica Leslie Knapp, y publicado en 'American Journal of Genetics', descubrió que la relación de las abuelas con el cromosoma X juega un papel crucial en la herencia genética.

Según este estudio, las abuelas maternas tienen una conexión genética especial con sus nietos, ya que transmiten el 25% de sus cromosomas X a todos ellos, lo que hace que los nietos hereden una parte significativa de sus genes. Sin embargo, también se observó una diferencia importante: las abuelas paternas transmiten más herencia genética a sus nietas, mientras que este fenómeno no se da en los nietos varones.
5. Eres lo que comes y lo que comen tus abuelos
Un estudio publicado en 'Heliyon' y realizado por investigadores de la Universidad de Tulane (EE.UU), demostró que la alimentación de una generación puede tener consecuencias genéticas y de salud duraderas en sus descendientes, incluso durante varias generaciones.
La investigación, realizada en ratones, encontró que cuando una generación se alimenta con una dieta baja en proteínas, las siguientes cuatro generaciones presentan problemas de salud como bajo peso al nacer y riñones más pequeños, lo que aumenta el riesgo de enfermedad renal crónica e hipertensión. A pesar de corregir la dieta en las generaciones posteriores, los efectos negativos persisten, mostrando que el impacto de una crisis nutricional puede extenderse a lo largo del tiempo, sobre todo en los herederos de la 'hambruna' por guerras.
6. El secreto de la longevidad
La investigación, bajo el título 'La economía, el fantasma en tu gen y la huida de la mortalidad prematura' y publicada por el Instituto alemán de Economía Laboral (IZA), reveló que el secreto de la longevidad podría no estar tanto en nuestro presente, sino en nuestro pasado.
En concreto, la clave de la longevidad está en la dieta y las condiciones de vida de nuestros abuelos. Según esta investigación, la variabilidad en las cosechas y las crisis alimentarias que ellos experimentaron len su juventud influyen de manera significativa en la esperanza de vida de sus nietos. El estudio, realizado por un grupo de investigadores liderados por Dora L. Costa y Lars Olov Bygren, entre otros, se basa en registros históricos de Suecia, donde se hallaron datos sobre las cosechas y la mortalidad a lo largo de varias generaciones.
Los investigadores descubrieron que los nietos de abuelos que se enfrentaron a cambios extremos en las cosechas en su niñez, en concreto, entre los 9 y 12 años, tuvieron una menor esperanza de vida. Además, estos hallazgos presentaron diferencias entre géneros. Y es los nietos varones mostraron una relación clara entre las oscilaciones de cosechas de los abuelos paternos y la longevidad, pero en el caso de las mujeres, no se encontraron evidencias significativas. Sin embargo, tras la modernización agrícola, esta variabilidad disminuyó.
El estudio atribuye los resultados de su investigación a los mecanismos epigenéticos, esto es, a cambios heredables en la expresión genética causados por factores ambientales.
7. Mejor salud mental y conexión
Como recoge 'Psycology Today', un estudio de la Universidad Flinders, (Australia) sobre 262 abuelas y 168 abuelos descubrió que pasar más tiempo cuidando al nieto estaba asociado con una mejora en la salud mental. En este sentido, la investigación centrada en la asociación entre el uso de internet por pare de ellos y el cuidado de los nietos resulta ilustrativa. Los autores del estudio observan que el uso de internet para mantener vínculos con familiares y amigos ayuda a los adultos mayores a fomentar la cohesión familiar, lo que a su vez mejora la satisfacción vital y la salud de las mujeres en mayor medida que la de los hombres.
8. Abuelos con mejor salud cerebral
El cuidado de nietos puede favorecer el funcionamiento cognitivo de los adultos mayores al brindarles interacción social y significado emocional. Sin embargo, los estudios advierten que el cuidado intensivo o la custodia de nietos puede afectarles negativamente. Por lo tanto, las implicaciones para la salud cognitiva del cuidado de nietos pueden depender de los contextos, como el tiempo dedicado a la atención y las condiciones de vida. También pueden variar según los grupos sociodemográficos y tener mayores efectos en los adultos mayores, que son más vulnerables al deterioro cognitivo. Pero un estudio publicado 'Journal of Medicina and Marriege' no puede dar datos más postivios.
Los datos provienen de las oleadas 1998-2016 del Estudio de Salud y Jubilación (HRS) de EE.UU y representan a más de 11 000 adultos estadounidenses mayores de 50 años. Mediante modelos de curva de crecimiento lineal y paneles dinámicos, el análisis exploró las relaciones entre el nivel de cuidado de los nietos y el funcionamiento cognitivo a lo largo del tiempo y en función de las características sociodemográficas, familiares, laborales y de salud.
Quienes cuidaban a sus nietos durante 100-199, 200-499 o más de 500 horas tenían un mejor funcionamiento cognitivo que quienes no, independientemente de si vivían con ellos. La relación positiva entre el cuidado de los nietos y la cognición era más sólida en adultos con bajos ingresos, desempleados y sin pareja, y aumentaba con la edad y las limitaciones funcionales. Estos hallazgos sugieren que cuidar a los nietos menores puede contribuir a mejorar el funcionamiento cognitivo a medida que los adultos envejecen. También respaldan la hipótesis de que los grupos de adultos mayores más vulnerables o aislados podrían ser los más beneficiados por el cuidado de sus nietos.
9. Abuelos más en forma
Tal y como refleja un estudio recogido en 'Journal of Intergerenation Relationship', la actividad física (AF) adecuada mejora la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) en las personas mayores. Sin embargo, pocos estudios se han centrado en la actividad física necesaria durante las actividades de los abuelos. Los cieníficios investigaron los niveles de AF y la CVRS en 48 abuelas japonesas y determinamos la asociación entre la asistencia en la crianza y la AF, así como entre la AF y la CVRS.

El estudio reveló que las abuelas proporcionaban principalmente cuidados no cotidianos y mostraban un nivel adecuado de AF y una buena CVRS física y mental. Estos hallazgos sugieren que la participación en cuidados no rutinarios beneficia la salud de los abuelos. Además, los autores aclaran que los resultados son extrapolables a abuelos y abuelas de otros países.
10. Excluidos de los ensayos clínicos
Como se reconoce en una investigación del 'American Journalknal of Health Public', los adultos mayores están subrepresentados en los ensayos clínicos, a pesar de asumir una carga desproporcionada de enfermedad y el consumo de medicamentos y terapias recetadas, lo que restringe la generalización, eficacia y seguridad de los tratamientos. Eliminating Disparities in Clinical Trials, es una iniciativa de EE.UU que comprende una red de investigadores, defensores comunitarios, legisladores y representantes federales, realizó un análisis crítico de las barreras estructurales que enfrentan los adultos mayores para participar en ensayos clínicos.
Gracias a ella se han presentamos recomendaciones para cambios en las prácticas y políticas derivadas de este proceso y su fundamento, que abarcaron múltiples temas: toma de decisiones con pacientes con deterioro cognitivo; diferencias farmacocinéticas y edad fisiológica; alfabetización en salud, comunicación y envejecimiento; capacitación geriátrica; monitoreo y rendición de cuentas a nivel federal; costos de los ensayos clínicos; y efectos acumulativos del envejecimiento y la etnicidad.