Victoria Herrero
Deporte para mayores
¿Sabías que existe un modo de hacer ejercicio que imita a los animales?
Estos movimientos, que se realizan cerca del suelo, guardan relación con las posturas de yoga
Para los que disfruten a partes iguales del yoga y el entrenamiento algo más físico, tenemos la nueva modalidad estrella en el ámbito deportivo. Una técnica que se basa en reproducir los mismos movimientos que hacen los animales. ¿De qué estamos hablando? Nos referimos al animal flow. Una secuencia de ejercicios lentos y acompasados que se realizan en el suelo. Todo para lograr que mejoremos en resistencia, movilidad, flexibilidad, agilidad y estabilidad corporal. Y es que la base de este tipo de ejercicios es el peso del propio cuerpo.
Gracias a esta rutina de ejercicios, las personas que sufren dolores de espalda o de hombros pueden beneficiarse de las bondades de este tipo de entrenamiento. Eso sí, en todo momento es esencial contar con el apoyo y las indicaciones de un monitor para evitar futuras lesiones.
Practiquemos algunos ejercicios
Como hemos comentado al principio, algunos de estos movimientos te resultarán familiares si practicas yoga, ya que guarda mucha relación con las principales asanas que se hacen.
¿Quieres aprender algunos de estos ejercicios? Puedes empezar desde la conocida postura de "saludo al sol" para colocarte en una postura de sentadilla baja: con los glúteos a pocos centímetros del suelo, las piernas abiertas y las plantas de los pies bien sujetas al piso. Así, en esta postura ayúdate de un compañero para hacer varios movimientos como agarraros de las manos o abrir cada uno sus brazos en forma de cruz. Todo esto sin perder el equilibrio y punto de apoyo.
Para trabajar los brazos y los músculos abdominales, empieza desde esa posición de sentadilla (imagínate que eres como una rana) y desplázate a saltos a ambos lados con la ayuda de las palmas de tu mano bien apoyadas en el suelo. Para hacerlo con mayor seguridad, primero coloca las manos y luego desplaza el resto del cuerpo en unos movimientos suaves sin demasiada brusquedad para que el cuerpo no se resienta con el brinco.
Ahora imitaremos la postura de un cangrejo. Mirando al techo, tus pies y manos están apoyados en el suelo. Ahora, levanta el cuerpo hacia arriba (sin despegar los pies, sobre todo la parte del tronco) al tiempo que uno de los brazos se levanta del suelo y se lleva para atrás. Repítelo con ambos brazos.