
El 77% de los mayores de 50 años lograron conservar su empleo durante la pandemia
Entre quienes se fueron al paro, el 93% de los sénior cobraron prestación o subsidio, según Fedea

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Los mecanismos y medidas laborales desplegados durante la pandemia para proteger a los trabajadores, como los expedientes de regulación de empleo (ERTE) o las prestaciones y subsidios por paro, fueron eficaces para preservar al grueso de los trabajadores sénior, según un estudio de Fedea realizado por los investigadores José Ignacio Conde-Ruiz, Jorge Fernández y Daniel Pérez y por Manu García (Federal Reserve Bank of St. Louis).
El informe, Protección laboral en un mercado dual: Lecciones de una pandemia, analiza el grado de cobertura efectiva que ofrecieron los mecanismos de protección laboral durante el covid 19 (con microdatos de la Muestra Continua de Vidas Laborales) y concluye que el 77% de los trabajadores mayores de 50 años lograron mantener su puesto de trabajo (en el caso de los menores de 20 años, fue el 37%) y que, entre quienes perdieron el empleo, más del 93% de los mayores de 50 cobraron algún tipo de prestación o cobertura (entre los jóvenes, el 51%).

Más en concreto, estos expertos constatan que los mecanismos diseñados por el Gobierno de Pedro Sánchez durante la crisis económica del covid 19 "protegieron más a quienes tenían empleos estables que a quienes partían de una posición precaria, mayoritariamente jóvenes".
"Esta brecha se explica (...) por factores estructurales, como la elevada temporalidad del empleo juvenil y su concentración en sectores más vulnerables", alega Fedea. Así, el informe señala que, aunque los mecanismos de protección están diseñados para aplicarse a todos los trabajadores por igual, en la práctica pueden beneficiar más a unos colectivos que a otros.

La reforma laboral, un paso correcto
En este contexto, Fedea afirma que la reforma laboral de 2021, que redujo el uso de contratos temporales y fomentó la contratación indefinida, incluso en forma de contratos fijos discontinuos, "podría suponer un paso en la dirección correcta".
"Al dar mayor estabilidad contractual, aumentan las posibilidades de que estos trabajadores accedan a mecanismos de protección en futuras crisis", señala Fedea, que, no obstante, advierte de que cambiar el tipo de contrato "no basta".
Así, el organismo subraya que si los empleos siguen siendo inestables en la práctica o si los requisitos para acceder a las prestaciones no se adaptan a las trayectorias más frágiles, "muchos trabajadores seguirán quedando fuera del sistema de protección, aunque tengan un contrato indefinido".