Pensiones

Subir cotizaciones, un parche: grava más a empresas y jóvenes y no pagará la pensión del baby boom

Pepa Montero

Foto: BIGSTOCK

Miércoles 17 de noviembre de 2021

11 minutos

El MEI no llenará la hucha con 50.000 millones ni atajará el déficit, según los expertos

Subir cotizaciones, un parche: grava más a empresas y jóvenes y no pagará la pensión del baby boom
Pepa Montero

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Miércoles 17 de noviembre de 2021

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El nuevo Mecanismo de Equidad de las pensiones carga a la empresa un 0,5% más de cotizaciones

CEOE rechaza subir las cotizaciones sociales para engordar la 'hucha' de las pensiones

El Banco de España critica la reforma de las pensiones de Escrivá porque "solo aumenta el gasto"

 

 

El Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) de las pensiones nace sin consenso de todos los agentes sociales por el descuelgue de los empresarios, que rechazan de manera tajante el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y los sindicatos, y que recarga sobre la empresa un 0,5% del total del 0,6% que subirán las cotizaciones sociales a partir de 2023 y durante una década. Los trabajadores, por su parte, pagarán un 0,1% de ese incremento de coste laboral. 

Cualquier medida que no goce de acuerdo con todos los interlocutores y no tenga un amplio respaldo social es una mala noticia en un tema de Estado como el de las pensiones, según los expertos consultados por 65Ymás, que dudan de que la subida de cotizaciones logre rellenar la hucha de las pensiones con 50.000 millones en diez años, y sostienen que el mecanismo ideado por el ministro José Luis Escrivá es un parche cortoplacista, que ni pagará la jubilación de los baby boom, ni asegura la sostenibilidad de un sistema que ya en 2022 revalorizará las pensiones en función del IPC, con el fuerte gasto acumulativo (año tras año) que esto conlleva.

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Desayuno de Gobierno y sindicatos tras cerrar el acuerdo de creación del MEI.

 

"Subir cotizaciones como única solución al problema de sostenibilidad de las pensiones y llamarlo Mecanismo de Equidad Intergeneracional es una contradictio in terminis de libro", tal y como critica José Ignacio Conde-Ruiz (@conderuiz), doctor en Economía, subdirector de Fedea (@socialfedea) y catedrático. En su opinión, "el incremento de las cotizaciones a la Seguridad Social que ha pactado el ministro de Seguridad Social con los sindicatos va en contra del principio de equidad intergeneracional, no soluciona el problema de sostenibilidad de las pensiones, y además resulta ridículo decir que se tratará de una subida temporal, cuando la realidad es que, dentro de diez años, la situación financiera de la Seguridad Social será mucho peor que la actual, y sin margen de reacción".

Muy crítico con el nuevo sistema de ajuste de las pensiones es también Enrique Devesa (@DevesaCarpio), investigador del IVIE (@Ivie_news), quien subraya que con el MEI "se ha roto el consenso que había imperado hasta ahora, lo cual no significa que todos los acuerdos hayan sido buenos para la sostenibilidad del sistema de pensiones. Es natural que los empresarios se hayan descolgado porque supone un incremento del coste laboral, justo en un momento en que estamos intentando salir de una crisis profunda".

Devesa cuestiona la efectividad del acordado aumento de cotizaciones: "Aunque se han dado cifras de que esto podría suponer unos 50.000 millones acumulados en 2032, hay dos objeciones: en primer lugar, tan solo con un gran aumento del empleo y con un tipo de interés muy alto (en torno al 7%-8% se podría llegar a esa cifra. Nuestros cálculos los sitúan hacia la mitad de esa cifra; y en segundo lugar, aunque se pudieran acumular esos 50.000 millones, solo servirían para pagar parte del déficit de un año. Es un mecanismo muy confuso y que no ayuda mucho a entender lo que puede pasar en el futuro".

Rentabilidad de casi 9% para reunir 50.000 millones

José Antonio Herce (@_Herce), economista experto en pensiones y fundador de LoRIS, asegura que el Mecanismo de Equidad acordado entre Gobierno y sindicatos es una "medida simbólica que no resolverá ningún problema serio y deja en la cuneta a los representantes del empresariado, lo cual es muy grave. Además, esos 50.000 millones de euros que el Gobierno prevé meter en la hucha de las pensiones en una década son un desiderátum, y más de la mitad va a ser el rendimiento de lo generado por la aplicación de ese tipo extra de cotización, sin generar derechos de pensión para nadie".

Según los cálculos realizados por Herce, "para obtener 50.000 millones de euros en diez años con el 0,6% de cotización extra, sobre una base de cotización de 2.000 euros al mes, que vaya creciendo modestamente a lo largo de la década, y contando con unos 20 millones de afiliados, se necesitaría una rentabilidad de casi el 9%, ya que la suma de las aportaciones a esa hucha apenas superaría los 30.000 millones de euros, y el resto tendría que proceder de una rentabilidad fabulosa del orden del 8,75%"

Este experto resalta que el MEI "equivale a un impuesto finalista sin contrapartida para quienes lo pagan, que son las empresas y los trabajadores. Celebrar esto como un acuerdo social es una impostura. En efecto, el Gobierno tiene la capacidad de hacer lo que desee, y el aumento del 0,6% en las cotizaciones es una medida moderada, pero se toma en contra de una parte importante de la interlocución social, como son los empresarios".

El MEI aportará 100 euros anuales por cotizante

Muy contundente es asimismo Rafael Domenech (@rdomenechv), jefe de Análisis Económico de BBVA Research, para quien "la subida de cotizaciones no introduce ningún mecanismo de equidad intergeneracional, no garantiza la sostenibilidad ni mejora la equidad del sistema de pensiones, reduce su contributividad, y carga el mayor gasto sobre las generaciones más jóvenes".

Según sus cálculos, "el MEI aportará algo menos de 2 décimas del PIB al Fondo de Reserva anualmente, unos 100 euros anuales por cotizante a la Seguridad Social. Para poner en contexto este incremento de cotizaciones durante la próxima década, el aumento de las cotizaciones sociales de 0,6 puntos proporcionaría actualmente poco más de 2.000 millones de euros, que representan un 7,1% de las transferencias previstas del Estado en 2022 para financiar el déficit del sistema, que ascienden a 28.243 millones, es decir, unos 2.861 euros anuales de media por pensión. Este déficit de 2022 irá aumentando en los próximos años hasta situarse por encima de los 5 puntos del PIB hacia 2050, un desajuste que el MEI no aborda".

Respecto a si la Comisión Europea aceptará con buenos ojos este Mecanismo de Equidad que rechazan los empresarios, Doménech recuerda que "tanto esta segunda parte de la reforma, como la primera, tienen que pasar su tramitación parlamentaria. Si lo hacen sin cambios, en la medida que se traslada el grueso del déficit presente y futuro del sistema de pensiones al Estado, es razonable esperar que la Comisión consolide las cuentas públicas y exija su sostenibilidad conjunta. En otras palabras, qué impuestos directos (como el IRPF o Sociedades), o indirectos (como el IVA) se van a aumentar para financiar el déficit presente y futuro de las pensiones".

No mejora la equidad intergeneracional

Abuelos y nietos

 

José Manuel Jiménez (@yimy65), director del Instituto Santalucía (@santalucia_inst), considera que "la medida no es contributiva ya que no aporta nueva pensión a los jubilados y tampoco mejora la equidad intergeneracional puesto que carga el gasto en las generaciones más jóvenes. Asimismo, y según estimaciones del Gobierno, el Fondo de Reserva llegará a los 50.000 millones de euros en diez años, suponiendo una rentabilidad que no se ha conseguido de media en los años de funcionamiento de dicho fondo". 

Además, con el MEI recién acordado, "el Gobierno está reconociendo que existirá un problema de sostenibilidad en los próximos años, aunque solo lo circunscribe a los baby boomer. Adicionalmente, estas cantidades no serán suficientes para resolver el problema de sostenibilidad a medio y largo plazo ya que, según la AIREF, con la supresión del Indice de revalorización de las pensiones y el Factor de Sostenibilidad, el déficit estructural de la Seguridad Social puede llegar al 4% del PIB en los próximos años", argumenta el director del Instituto Santalucía.

Por su parte, a Mariano Jiménez, presidente de la Organización de Consultores de Pensiones OCOPEN (@OCOPEN_), le preocupa "que se siga en la senda de medidas parciales, cortoplacistas, sin abordar la sostenibilidad de una forma integral y estable en el tiempo. Para ello sería deseable establecer mecanismos de ajuste automáticos por la vía de ingresos y gastos, y no estar permanentemente sujetos a negociaciones con resultados inciertos e insuficientes". 

Respecto a si este aumento temporal de las cotizaciones bastará para compensar el aumento de gasto derivado de la revalorización con el IPC, del acceso a la jubilación de los baby boomers, etc, Jiménez cree que no. "Pero la respuesta es 'ya veremos' en 2033 cómo están las cosas, y entraremos de nuevo en una incierta negociación, pero mientras tanto habremos perdido diez años para tomar medidas eficaces. De las dificultades para lograr acuerdos con visión de medio y largo plazo tenemos el ejemplo reciente del impresionante revuelo que se ha formado en torno a la extensión del periodo de cómputo de la pensión a 35 años, una medida en la buena dirección de mejora de la contributividad y sostenibilidad".

Una venda "en una herida que necesita sutura"

Está muy bien tratar de aumentar los ingresos de la Seguridad Social, pero "a la vez es preciso recortar, o al menos contener, el gasto en pensiones. Y subir las cotizaciones sociales, sobre todo a las empresas, no ayuda precisamente a que éstas generen más empleo, particularmente, las más perjudicadas serán las pequeñas y medianas empesas, que ya están muy gravadas fiscalmente", asegura Pau Monserrat (@pmonserrat), economista y profesor asociado de la UIB, quien define el Mecanismo de Equidad diseñado por Escrivá "como poner una venda en una herida que necesita sutura. Con los 2.000 millones de recaudación anual previstos no va a llenarse la hucha de las pensiones, ni tampoco se va a tapar el desfase de la Seguridad Social".

Monserrat está convencido de que Bruselas va a aceptar esta reforma, a pesar del rechazo de los empresarios: "La Comisión Europea sabe que ésta es solo una de las medidas que tiene pactadas con el Gobierno español, y que existen otras, como el posible aumento del periodo de cálculo de la pensión, que sí van dirigidas a contener el gasto en pensiones. Hay debates que España tendrá que abrir, tarde o temprano, porque el fuerte endeudamiento del país no es compatible con el gasto desbocado en políticas sociales, como las pensiones. Tarde o temprano, alguien tendrá que pagar esa deuda, y quienes tienen más papeletas son las generaciones más jóvenes, los trabajadores de las nuevas generaciones".

Sobre el autor:

Pepa Montero

Pepa Montero

Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).

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