Hacemos las maletas y no vamos hasta este bello pueblo de la costa almeriense situado en lo alto de Sierra Cabrera. Las casas blancas e inmaculadas son la seña de identidad y carta de presentación de esta localidad que se divide entre Mojácar pueblo y Mojácar playa. A continuación descubriremos la magia de su casco histórico.
Unas calles que guardan todavía esa esencia de su pasado árabe. Pero esta no fue la única cultura que se asentó en este pueblo cuyo nombre viene de la palabra Monxacar (Monte Sagrado) y que también acogió como vecinos a fenicios, celtas, griegos o romanos. Incluso circula una curiosa leyenda sobre este pueblo donde dicen que nació Walt Disney con el nombre de José Guirao Zamora en el año 1901.
Recorriendo esta pintoresca localidad de casas encaladas nos encontramos con algunos de sus atractivos turísticos como la Fuente Mora donde el último gobernante árabe se entregó a los Reyes Católicos (de forma pacífica) o la original Puerta de la Ciudad reconstruida en el siglo XVI sobre la antigua puerta árabe que se abría en la muralla. Más vestigios de su pasado árabe se concentran en la Plaza del Parterre que antaño fue un cementerio musulmán.
No te pierdas tampoco el barrio del Arrabal con sus calles estrechas y sus casas de colores y donde se asentó una comunidad judía en el siglo XVII.
Dejando atrás este legado de hace siglos, para conocer cómo vivían los habitantes de Mojácar a principios del XX lo mejor es visitar el Museo Casa de la Canana. Allí podrás contemplar cómo era una casa mojaquera, las herramientas que usaban en su labor diaria, así como los trajes tradicionales que se vestían entonces.
La gastronomía mediterránea es otro de los puntos fuertes de todo aquel que decide visitar este bello municipio. Por eso, apunta estos dos restaurantes para conocer la otra esencia de la localidad almeriense: