

Ya es una pandemia. La decretó la OMS. No asusta el nombre, que era previsible. Asunta el tono de su último mensaje, de alta preocupación y denuncia de inacción de los gobiernos. Como asustan las cifras de contagio en España, quinto país más contaminado del mundo. Hemos predicado y luchado mucho contra la histeria y el peor virus, que es el del miedo. Creo que la sociedad está reaccionando con una gran responsabilidad personal que debemos celebrar. Quizá hemos vencido la histeria, pero hemos fracasado en la lucha contra el miedo. No se puede derrotar al miedo cuando lo tienes en casa, cuando el número de enfermos sube escandalosamente, cuando te hablan de posible colapso de los hospitales, cuando hay tantos médicos infectados, cuando empiezas a ver tantas calles vacías, cuando Italia solo mantiene abiertos supermercados y farmacias, cuando el Banco Central Europeo habla de una crisis como la de 2008… Hoy, el miedo se convirtió en imbatible.