Alejandro Otero
Opinión

¿Qué es la soledad no deseada?

Alejandro Otero Davila

Sábado 18 de febrero de 2023

4 minutos

Vivir la vejez en soledad es el "gran temor" de casi la mitad de los españoles

Sábado 18 de febrero de 2023

4 minutos

¿Qué es la soledad no deseada? Un buen sitio para ir de visita... pero un mal lugar para quedarse.

La soledad no deseada es la sensación que experimenta parte de la población en la que se tiene la percepción de no tener apoyos o alguien con quien contar. La soledad no deseada es un problema silencioso que afecta la vida de cada vez más personas. 

Debemos tener la seguridad que, en algún momento de nuestra vida, la soledad se nos va a cruzar en el camino, no necesariamente en la vejez, la cuestión es que vamos a hacer cuando esto suceda.

Las nuevas generaciones tienden a realizar actividades que aparentemente los establecen como miembros de las redes sociales electrónicas, sin embargo, no es así, se enfrentan a una condición de no convivencia social con una red sólida de relaciones interpersonales directas.

Las nuevas formas de trabajo también favorecen la soledad.

La soledad supone una fuente de sufrimiento para las personas y afecta a su derecho de participación en la sociedad, teniendo consecuencias negativas en varios ámbitos a nivel individual, como en la salud, y con ello generando costes a nivel social. Por ello, la lucha contra la soledad se ha convertido en un reto y existe un amplio consenso social que deben ocuparse de la soledad.

Esto no implica que quienes la experimentan tengan que estar obligatoriamente aislados físicamente, sino que, a pesar de estar en contacto con otras personas, no se sienten arropados por estos, lo cual genera un malestar clínicamente significativo y un deterioro de la calidad de vida.

Una persona puede decidir aislarse voluntariamente del resto de la sociedad, pero a diferencia de la soledad no deseada, en estos casos se busca activamente este aislamiento, y no genera malestar.

Otro factor que destaca en muchas ocasiones es la edad, ya que, por desgracia, demasiado habitualmente las personas mayores se van quedando aisladas de su entorno porque les es más difícil establecer contacto entre ellas, fallecimiento de amigos y familiares. Cambios en su entorno como podría ser ir a una residencia, pérdida de visitas de la familia...Todo esto genera que la persona cada vez vea su arraigo social más debilitado.

Finalmente, otro factor que se ha de tener en cuenta es la movilidad geográfica, ya que, al cambiar de residencia, se dejan atrás relaciones que muchas veces se debilitan y puede costar mantener y, a la vez, es muy difícil establecer nuevas relaciones.

En muchas ocasiones puede desembocar en problemas de ansiedad, depresión, problemas de autoestima o miedo a enfrentarse a situaciones sociales. Todo ello puede darse en mayor o menor medida, pero lo que es evidente es que genera una profunda frustración y sentimiento negativo que se acaba extendiendo a otras áreas de la vida de la persona.

Esta soledad puede intentar suplirse con conductas perjudiciales para la salud como pueden ser consumo de drogas u otro de adicciones, puede aumentar el riesgo de suicidio, las conductas delictivas y antisociales.

No existe un perfil único, ya que, aunque es cierto que se suele pensar principalmente en personas mayores, toda la sociedad está expuesta a este riesgo. Empezando por los más pequeños, en los que, si no se tiene una adecuada educación social y oportunidades de interactuar con sus iguales y tener figuras de referencia y apego, podría sufrirse de soledad no deseada.

La percepción de soledad siempre ha existido, pero ha aumentado por el uso de las redes sociales y por el actual ritmo de vida que no nos permite establecer relaciones sociales tan intensas, ya que el estrés hace que no tengamos apenas tiempo para relacionarnos de manera significativa.

Lo cierto es que vamos a una realidad preocupante, en la que nuestra rutina y el exacerbado uso de las nuevas tecnologías, la velocidad a la que va todo, nos está impidiendo socializar como deberíamos.

La soledad no deseada ha penetrado en la conciencia social como uno de los retos sociales a los que se enfrenta la sociedad con múltiples implicaciones. La reciente crisis sanitaria ha puesto de relieve esta profunda debilidad y con ello la necesidad acuciante de afrontar el fenómeno y dar una respuesta pública y social que permita apoyar y acompañar a las personas más vulnerables ante esta situación.

El proceso de envejecimiento de la población, la prolongación en la esperanza de vida, el fuerte cambio demográfico y las modificaciones en las estructuras y modos de vida familiares, la propia cultura, tienen un impacto en la soledad no deseada.

En coherencia con esta situación es preciso impulsar actividades que favorezcan la construcción de relaciones sociales más allá del ámbito familiar y que fomenten el envejecimiento activo y la participación de los perfiles más vulnerables en igualdad de condiciones, como son las personas mayores o las personas con discapacidad y/o dependencia que frecuentemente tienen el riesgo de vivir aisladas y al margen de una verdadera integración social activa.

FEGAUS, dentro de la estrategia de promover el envejecimiento activo para prevenir la soledad no deseada en Galicia y desde la comunidad, estamos presentes con programas de formación utilizando las nuevas tecnologías con la formación online y presencial, con el objetivo de promover el envejecimiento activo y prevenir la soledad no deseada.

Sobre el autor:

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Alejandro Otero Davila

Alejandro Otero Davila es presidente de FEGAUS.

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