Consejos

Cortar cebolla sin llorar es posible: consejos para lograrlo

Marta Vicente

Viernes 7 de octubre de 2022

ACTUALIZADO : Viernes 9 de diciembre de 2022 a las 14:13 H

5 minutos

La combinación entre el gas de azufre que emite la cebolla y nuestros ojos provoca la irritación

Cortar cebolla sin llorar es posible: consejos para lograrlo
Marta Vicente

Viernes 7 de octubre de 2022

5 minutos

A la hora de cocinar, estaremos de acuerdo en que todo el mundo huye de una tarea en especial: cortar cebolla. No porque sea difícil, sino porque puedes acabar hecho un mar de lágrimas y con un picor de ojos constante. A pesar de que aporta numerosos beneficios para la salud y un sabor único a los platos, muchas personas sienten cierto rechazo a este ingrediente por su intenso sabor y el efecto que provoca al elaborarlo. Como bien es sabido, si quieres pelar y cortar una cebolla antes de cocinarla, estás expuesto a que tus ojos experimenten una irritación que resulta muy molesta y desagradable.

¿Por qué sucede? La cebolla contiene azufre que absorbe del suelo durante su cultivo y, al cortarla, rompemos las células que contiene en su interior, ocasionando que se vaporicen y se dispersen por el aire. Al entrar en contacto con el agua, en este caso de nuestros ojos que son húmedos, se generan cantidades muy pequeñas de ácido sulfúrico. Esta conversión provoca que el cerebro ordene la producción de lágrimas para diluir ese ácido y así proteger los ojos. Sin embargo, existen varios trucos que, aunque no lo pueden evitar, sí ayudar a reducir su impacto y obstaculizan que cortar la cebolla sea un sufrimiento culinario.

Para empezar, con el frío, la intensidad de las sustancias irritantes que emite la cebolla disminuyen. Por ello, uno de los trucos más eficaces consiste en introducirla en el congelador unas horas antes de cortarla y, para que se note este efecto, debes picarla mientras aún esté fría con un cuchillo bien afilado. 

Cortar cebolla sin llorar es posible: consejos para lograrlo (Foto: Bigstock)

Si no te importa que el sabor de la cebolla sea alterado ligeramente, puedes probar otra técnica: frota la verdura o el cuchillo con el que vayas a cortarla con un poco de vinagre de manzana.

Otro método se basa en sumergir la hortaliza en agua templada unos minutos antes de tratarla, de esta forma, se reduce la irritación. Y no solo eso, aunque resulte un poco incómodo, cortar la cebolla dentro de un recipiente con agua también parece dar resultado.

Asimismo, la forma de cortar adquiere una relevancia inesperada a la hora de evitar este síntoma. Cuanto mejor sea el cuchillo y más rápido lo hagas, el corte será más fino y así se desprenderán menos las sustancias. La pulpa de la cebolla será menos maltratada, por lo que los gases de azufre no saldrán despedidos con tanta facilidad. En definitiva, un cuchillo bien afilado y sin muescas puede convertirse en tu mejor aliado.

Por otro lado, cabe señalar que otros trucos populares como masticar un chicle de menta, sostener un trozo de pan o una cerilla entre los dientes, ponerse en la cabeza piel de cebolla, colocar sal al lado mientras cortamos, pinchar una miga de pan en la punta del cuchillo o ponernos una cáscara de plátano en la cabeza, no dejan de ser ideas un tanto extrañas y sin base científica.

Beneficios de la cebolla

Pese a que su sabor disguste a algunos o nos haga llorar cada vez que la cortamos, lo cierto es que la cebolla es una hortaliza que posee propiedades muy saludables para nuestro organismo como recuerdan desde el Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid (@unicomplutense):

  • Posee propiedades diuréticas, depurativas y antisépticas.
  • Tiene un aporte calórico muy bajo.
  • Destaca por la cantidad y la calidad de fibra dietética que contribuye a mantener y mejorar la salud gastrointestinal. 
  • Contiene un alto valor nutricional en forma de minerales (potasio, fósforo, magnesio, algo de calcio, hierro o selenio) y vitaminas como A, B, C y E.
  • Gracias a los flavonoides presentes en su composición, la cebolla es un buen remedio antioxidante.

Entre los grandes beneficios que proporciona a nuestra salud, podemos destacar su capacidad para reducir el nivel de azúcar en sangre, aliviar las digestiones pesadas, inhibir el crecimiento de bacterias patógenas, prevenir el riesgo de algunos tipos de cáncer e incluso mejorar los resfriados y los ataques de asma. 

Sobre el autor:

Marta Vicente

Marta Vicente Carmona es Graduada en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos y Máster de Marketing Digital y en Edición y Postproducción Digital. Es redactora especializada en temas de sociedad y salud y tiene experiencia como Community Manager.

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