Verónica Mollejo
Consejos
¡No es tan fácil como parece! Consejos para usar las pilas correctamente
¿Sabías, por ejemplo, que la vida útil de las pilas queda reflejada en su fecha de caducidad?
Aunque parezca que las pilas han pasado a mejor vida tras la llegada de las baterías recargables, son muchos los aparatos que todavía las necesitan para funcionar como, por ejemplo, los mandos a distancia, los despertadores inalámbricos o algunos juguetes de tus nietos. Una utilidad que se ha ido reduciendo con el paso del tiempo y debido a los inconvenientes que acompañan a su uso, mucho más visibles debido a las ventajas que ahora proporcionan las baterías modernas.
En primer lugar, las pilas convencionales tienen una vida útil muy limitada, sobre todo cuando aportan energía a aparatos de alto consumo. Esto significa que generan una gran cantidad de residuos que, en algunas ocasiones, son además muy contaminantes pues algunos modelos (sobre todo los antiguos) todavía incluyen mercurio en su composición, una sustancia sumamente perjudicial para el medio ambiente y que nos obliga a depositarlas en contenedores especiales. Asimismo, dicha caducidad afecta a nuestro bolsillo, generando un gasto más frecuente.
Sin embargo, como ocurre con todo, las pilas desechables también presentan ciertas ventajas. Por ejemplo, son mucho más baratas que las baterías recargables, sin olvidar su accesibilidad ya que están disponibles en cualquier supermercado. Además, según indican los expertos, son la mejor opción cuando se trata de aparatos de bajo consumo.
Sea cual sea tu preferencia, si todavía utilizas este tipo de generador eléctrico, es importante que tengas en cuenta algunos consejos sobre su modo de uso, pues no basta con colocarlas en el hueco correspondiente y disfrutar de sus cualidades. Si quieres aprovechar al máximo la energía que te ofrece y no estropear los dispositivos que la requieren, sigue al pie de la letra las siguientes recomendaciones.
Comprueba la fecha de caducidad
Muy pocas personas saben que las pilas tienen fecha de caducidad y las cambian cuando notan que el aparato en cuestión no funciona como debería. Sin embargo, aunque este es un signo infalible para conocer el estado de dicha batería, lo mejor es sustituirlas por otras nuevas siguiendo la fecha de caducidad que lucen en la superficie. Si te fijas bien, verás dos fechas diferentes, una corresponde a la fecha de fabricación y la otra a la fecha de almacenamiento, que es la que debes tener en cuenta.
Renueva todas las pilas a la vez
Otro hábito que hace un flaco favor al rendimiento de nuestros aparatos electrónicos es cambiar únicamente una pila cuando pensamos que todas se están agotando. Normalmente lo hacemos para ahorrar, sin embargo, este acto no solo reduce la capacidad de las más nuevas, también corres el riesgo de dañar los dispositivos. Asimismo, y aunque resulta muy complicado hacer lo contrario, siempre debes usar el tamaño y el tipo de pila especificado por el fabricante.
Cuidado con las altas temperaturas
Tal y como recomiendan desde Duracell, empresa dedicada a la fabricación de pilas desde la década de 1940, “las temperaturas extremas reducen el rendimiento de las pilas. Almacenarlas en un lugar seco a temperatura ambiente. No refrigerar las pilas, esto no hará que duren más tiempo, y evite poner los dispositivos en lugares muy calientes”. Por lo tanto, intenta que los aparatos que las portan no reciban calor directamente y tampoco los guardes en lugares con demasiada humedad o cambios bruscos de temperatura. El resultado puede ser que exploten o que se derrame las sustancias que guardan en el interior, a veces muy contaminantes.
Bajo esta premisa, si compras un paquete muy grande para cubrir las existencias de los próximos meses, guárdalas en un lugar fresco y seco para evitar estos contratiempos.
Colócalas de forma correcta
Mucha gente no lo sabe, pero los aparatos que utilizan más de dos pilas pueden funcionar igualmente aunque estas no estén colocadas adecuadamente. Por eso, muchas veces no nos damos cuenta de que las pilas no están alineadas según la terminal (+ o -) correspondiente. Al igual que en el caso anterior, este cambio de polaridad puede dañar tu equipo sin remedio.
Quítalas si no se están usando
Al igual que se recomienda desenchufar de la corriente los aparatos que no estás utilizando en ese momento, pues puede sobrecargar el sistema y consumir la energía en segundo plano, los expertos aconsejan quitar las pilas a aquellos dispositivos que no uses a diario como, por ejemplo, los juguetes de tus nietos o algunas cámaras de fotos. El objetivo de esto es evitar posibles daños y aprovechar al máximo su rendimiento.
Lo más importante: su reciclaje
“Se calcula que una pila de mercurio puede contaminar 600 mil litros de agua, una alcalina contamina 167 mil litros de agua, mientras que una de óxido de plata, 14 mil litros”, aseguran desde la Asociación de Recogedores de Pilas, Acumuladores y Móviles (AERPAM). Recordemos que el mercurio forma parte de la composición de muchas pilas, un elemento muy tóxico que, a través de una alta exposición, “puede dañar el cerebro, los riñones y al feto, y muy probablemente provocar retraso mental, afectación en el andar o el habla, falta de coordinación, ceguera y convulsiones”, añade este organismo.
Ante esta situación, debes deshacerte de ellas cuando la fecha de caducidad haya cumplido, pero no las tires a los contenedores convencionales, sino a unos especiales que están pensados para su reciclaje, lo que previene la contaminación medioambiental de la que hablábamos. Por supuesto, tampoco las acumules durante demasiado tiempo en casa. Podrás encontrar estos contenedores en las marquesinas de las paradas de autobús, algunos establecimientos comerciales o puntos limpios.