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Así es la corriente galvánica que te permitirá lucir un rostro renovado

Verónica Mollejo

Foto: Bigstockphoto

Miércoles 29 de mayo de 2019

3 minutos

Este método, de uso estético y terapéutico, tiene el objetivo de mejorar y tonificar nuestra piel

La corriente galvánica para lucir un rostro renovado
Verónica Mollejo

Foto: Bigstockphoto

Miércoles 29 de mayo de 2019

3 minutos

A día de hoy, existen multitud de tratamientos que velan por el estado de la piel, a merced de factores que escapan de nuestro alcance como, por ejemplo, la contaminación, la radiación solar, el estrés o el clima. La corriente galvánica es una de las más estudiadas dentro de este ámbito y consiste, como su propio nombre indica, en generar un flujo sostenido de electrones a través de dos diodos con forma de rodillo, cuya función es facilitar la penetración de activos en la piel para realizar una limpieza facial profunda.

Aunque parezca un procedimiento demasiado complejo, lo cierto es que cada sesión dura como máximo 20 minutos y está compuesta únicamente de dos pasos: la desincrustación, que aplica una loción de pH alcalino que ablanda y disuelve el sebo acumulado en los folículos, y la ionización, que se encarga mediante dicho flujo de electrones de facilitar la penetración de los activos de la crema en la piel. Además, este último tramo cierra los poros después del tratamiento, disminuyendo el riesgo de enrojecimiento o reacciones adversas. Bajo esta premisa, ¿qué beneficios puede aportar la corriente galvánica a tu piel?

Beneficios de la ya célebre corriente galvánica

Corriente galvánica
  • Además de limpiar en profundidad, entre tratamiento tiene la capacidad de devolver parte del oxígeno a la piel, una de las causas del envejecimiento prematuro. A su vez, esto activa la microcirculación y mejora la calidad de la piel.

  • Tal y como acabamos de ver, la corriente galvánica también elimina las sustancias que se acumulan en la superficie de la piel, llevando a cabo un exitoso proceso de desintoxicación.

  • El tipo de corriente que los diodos suministran a la dermis no solo facilita la abstracción de las sustancias de desecho, también se encarga de asegurar la llegada de nutrientes a las células, aportando un extra de resistencia, dureza y elasticidad.

  • Este último beneficio influye notablemente en la reducción de las arrugas, pues los electrones que participan en el proceso estiran y aclaran la piel.

  • “Gracias a la corriente y a la carga positiva del producto galvánico, los ingredientes antienvejecimiento en los geles del tratamiento penetran profundamente en tu piel y trabajan más duro para atacar y neutralizar los radicales libres”, explica la experta Leticia Pallares en su portal oficial.

  • La corriente galvánica puede activar la producción de colágeno, una proteína que se encarga de unir los tejidos conectivos, entre ellos la piel, motivando la sustitución de las células envejecidas y deshidratadas por otras en pleno rendimiento.

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Verónica Mollejo

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