Dureza o virus: principal diferencia entre un callo y un papiloma plantar

Aunque hay ligeras diferencias entre uno y otro, lo cierto es que no es sencillo saber a simple vista si nos encontramos ante un callo o un papiloma. A pesar de que el callo es el resultado de un roce en la piel y la verruga es causada por el virus del papiloma humano, la única diferencia visual y clara entre ambos es que el papiloma interrumpe las huellas que tiene la piel mientras que el callo no. No obstante, vamos a tratar de ver con detenimiento las características de uno y de otro.

Tanto el callo como el papiloma pueden doler y ambos pueden presentar pequeñas hemorragias, con lo cual, ¿cómo diferenciarlos a simple vista? A continuación, vamos a explicar qué son.

¿Qué es un callo?

Un callo es un engrosamiento de la piel, la cual se defiende de manera natural con el objetivo de aliviar la presión o fricción del pie con el zapato, así como el roce producido por la ergonomía de algunos pies o una mala pisada.

El callo suele tener una zona central que, al crecer, choca con el hueso presionando algunas terminaciones nerviosas, lo que hace que duela bastante al presionar directamente sobre ella.

Además de aumentar su grosor, la piel puede endurecerse y volverse escamosa y seca.

Suelen aparecer en las personas de edad media o mayores, así como en deportistas que presionan los pies repetidamente.

Los callos no tienen tratamiento. La forma de acabar con ellos es mediante su eliminación por parte del podólogo. No obstante, hay algunos remedios caseros para suavizarlos e intentar que no aparezcan.

¿Qué es un papiloma?

Un papiloma plantar es una verruga causada por el virus del papiloma humano, del que hay muchos subtipos.

Esta verruga, debido al peso que el cuerpo ejerce sobre ella, no crece hacia fuera, sino que se aplasta al caminar.

Este tipo de afección suele darse con más frecuencia en la infancia y juventud que en personas mayores.

Pueden tener pequeñas manchas negras en su superficie y, debido a la presión sobre ella puede formarse una dureza sobre la verruga, la cual puede dar lugar a confusión por su parecido con un callo.

Sin embargo, uno de los rasgos más llamativos y diferenciadores es la rotura de las líneas de las huellas dactilares de la piel, las cuales rodean la lesión.

El dolor suele darse a los lados de la lesión más que en la propia verruga directamente. Si no se quita a tiempo por parte de un especialista puede desarrollar unas raíces que se implantan en la piel causando mucho dolor.

Con el fin de evitar la propagación o la recurrencia de este es necesario acudir al podólogo para eliminarlo cuanto antes, el cual necesitará varias sesiones para ello.