Las plantas son alegres, vistosas y le dan a cualquier espacio un toque de color. Además, el verde no solo es el color de la esperanza, sino también de la salud. Así que en los tiempos que corren, y en medio de la segunda ola del coronavirus, por qué no añadir aquellas plantas que ayuden más a purificar el aire de tu casa.
El aumento del teletrabajo en los domicilios y el confinamiento ha generado en nosotros un impulso de reconectar con la naturaleza. Según explica Isabel García Puente, socia del estudio de paisajismo Liquidambar, la incorporación de plantas a nuestro entorno doméstico es una forma innovadora de crear entornos naturales en nuestra propia casa en los que podamos vivir, trabajar y aprender.
Sin lugar a dudas, en el en el hogar se acumulan contaminantes provenientes de elementos tan comunes como el horno, los productos de limpieza, la calefacción (estufas de parafina, leña, carbón…) y, aunque lo hacen en pequeñas proporciones, pude ser necesario purificar el aire. En este sentido, la NASA llevó a cabo en 1989 un estudio para determinar cuáles eran las plantas más idóneas para obtener un aire más limpio en la casa. Y este fue el resultado.
Esta es una planta muy popular y fácil de conseguir. Además de ser muy resistente, no necesita de grandes cuidados. Resulta, pues, la planta ideal para decorar oficinas y hogares. Tiene la particularidad de que se adapta fácilmente a temperaturas de entre 17 y 30 grados y solo hay que regarla cuando se vea que la tierra está seca. El potus es eficaz, ya que absorbe los contaminantes como el formaldehído, el xileno y el benceno.
Se trata de una planta que puede sobrevivir con poca luz y poca agua, por lo que es una de las más longevas. Crece en temperaturas superiores a los 18 grados, por lo que te recomendamos mantenerla lejos de las corrientes de aire. Y absorbe los contaminantes presentes en el aire, como el benceno, el formaldehído y el tricloroetileno. Eso sí, es aconsejable mantener sus hojas limpias para que el polvo no disminuya su eficacia.
Esta palmera originaria de Asia puede llegar a crecer hasta 3 metros de altura. Aunque la altura pueda ser un inconveniente para tenerla en el interior de la casa, se encarga de eliminar del aire el formaldehído, el xileno y el amoníaco.
Es muy usada en la decoración de interiores, básicamente porque su cultivo se ha extendido por todo el mundo. Tiene la ventaja de sobrevivir en condiciones desfavorables o en climas muy secos. Si se cultiva en exteriores puede aguantar temperaturas muy altas (hasta 40 grados) y también muy bajas (hasta 5 grados bajo cero), siempre y cuando estos extremos sean ocasionales. Además, es eficiente para absorber los contaminantes del aire como el benceno, el xileno y tolueno, el tricloroetileno y el formaldehído.
Al tratarse de un árbol, hay que tener en cuenta que es una planta que necesita espacio. Eso sí, es muy buena para eliminar el formaldehído del aire y, además, como tiene un índice elevado de transpiración, ayuda a mantener la humedad en el ambiente.