Adiro: qué es, cómo tomarlo y posibles efectos adversos de este medicamento

Desde hace unos años, el medicamento que hoy vamos a conocer más de cerca es uno de los más vendidos (por encima de las 13 millones de dosis) en nuestro país junto con otros tan clásicos en el botiquín como el Nolotil o el Enantyum.

Hablamos de Adiro, un fármaco en forma de comprimidos de ácido acetilsalicílico. Sí, igual que la aspirina convencional, pero en una dosis algo menor que esta. Y es que mientras el formato tradicional de la aspirina es de 500 miligramos, en el caso de este otro medicamento su presentación no supera los 300 como recuerda la doctora en farmacia y nutricionista Marián García (@boticariagarcia). 

Indicaciones y contraindicaciones de este medicamento

La función de Adiro es actuar como antiagregante plaquetario. Es decir, incide sobre las plaquetas de la sangre que, cuando se acumulan, pueden causar un daño al organismo ya que entonces la sangre se coagula. Para evitar dicha situación y que, sobre todo, no se produzcan coágulos sanguíneos (un trombo) es aconsejable la toma de este tipo de fármacos.

Un medicamento preventivo entonces que, como recuerdan desde la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (@AEMPSGOB), se receta especialmente para evitar el riesgo de la obstrucción de las arterias sobre todo en el caso de pacientes que hayan sufrido previamente un infarto, con episodios de un accidente cerebrovascular anterior e incluso que hayan pasado por una intervención quirúrgica de tipo coronario. 

Eso sí, antes de empezar a tomar Adiro es bueno, además, seguir las indicaciones oportunas del profesional sanitario ya que este explicará que no se debe administrar si: 

• Si el paciente es alérgico al principal componente, el ácido acetilsalicílico, así como a otros de su composición.
• Si se ha padecido asma anteriormente debido a la toma de dicha sustancia.
• Si se tienen antecedentes por hemorragia y úlcera gástrica, así como problemas de coagulación sanguínea.
• Tampoco es aconsejable en caso de sufrir una insuficiencia renal o hepática seria, así como otro tipo de patología coronaria. 

Estas son solo algunas de las situaciones que pueden provocar efectos adversos en la salud del paciente y que se pueden manifiestar en forma de fiebre del heno, ataques asmáticos, insuficiencia respiratoria crónica o alergias cutáneas en forma de picor y urticaria. 

Unas advertencias que también deben ser extensibles en el caso de que el paciente haya sido operado o vaya a pasar por un proceso similar en un breve espacio de tiempo; incluso si se trata de una intervención leve en la consulta del dentista. En cualquier caso no está de más hablar antes con el doctor. 

Pero es que, además de los consejos anteriores, se debe extremar el cuidado si se toma de forma previa otro tipo de medicamentos que pueden interaccionar con Adiro por lo que uno no debe ingerirlos a la ligera ni tampoco combinarlos sin consultarlo previamente con el médico. Algo que es especialmente significativo en el caso de analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos (por ejemplo, el ibuprofeno), corticoides, diuréticos, algunos depresivos, así como otros tratamientos farmacológicos para reducir el nivel de azúcar en sangre o evitar la coagulación.

Tampoco serían adecuados en esta ocasión los medicamentos con acción sedante en caso de problemas de sueño, los que se emplean para tratar la epilepsia o aquellos que se recetan para las infecciones por VIH. 

No obstante, incluso teniendo en cuenta todas las precauciones antes señaladas puede que se manifieste algún que otro efecto secundario: 

• Sensación de cansancio o palidez.
• Trastorno de tipo gastrointestinal que en algunos casos puede venir acompañado de molestias o vómitos. 
• Dificultad para respirar o congestión nasal.

• Presencia de erupciones cutáneas o hinchazón en algunas zonas del rostro como los labios o la boca. 
• En casos muy puntuales se pueden producir señales que alerten sobre el Síndrome de Reye (una patología poco común que provoca la inflamación del cerebro y el hígado), además de alteraciones en el hígado, el riñón e incluso ruidos en los oídos de manera constante. 

Cómo se toma Adiro

Como recomiendan los expertos antes mencionados, la ingesta no debe sobrepasar el comprimido diario y hacerlo siempre a la misma hora, ya sea en ayunas o antes de las principales comidas del día. Un vaso de agua será el mejor compañero en este caso para la administración del fármaco y no el alcohol. Y es que si se produce la mala combinación de una pastilla de Adiro con más de tres bebidas alcohólicas es posible que haya un mayor riesgo de que aparezca una hemorragia gástrica. 

Si, además, la mala praxis hace que haya un consumo abusivo de los comprimidos esto se puede traducir en una intoxicación accidental que se manifieste en forma de visión borrosa, mareos, somnolencia, sudoración excesiva, respiración acelerada y hasta vómitos y diarreas en algunos casos. Es por eso que no se debe ni cambiar las tomas, ni las dosis ni interrumpir el tratamiento cuando uno quiera. En definitiva, de no seguir con la pauta marcada por el médico el fármaco puede perder parte de su eficacia y que el paciente esté menos protegido ante un hipotético nuevo infarto de miocardio.

Por último, mientras se está en pleno tratamiento con Adiro es aconsejable guardarlo en un lugar seguro y que sobre todo esté fuera del alcance y de la vista de los más pequeños de casa. Además, las pastillas se conservarán en su envase original por debajo de los 25ºC y no se debe tomar el fármaco si en la caja aparece una fecha de caducidad ya pasada.