El nervio ciático es el que tiene una mayor longitud en el cuerpo humano, por lo que no es de extrañar que cuando se inflama o sufre algún otro mal se pueda sentir dolor en lugares tan alejados como la rodilla o la región lumbar. No en vano, nace en esa parte baja de la columna vertebral y se extiende por los glúteos, la parte trasera del muslo, la rodilla y después se “bifurca” en el fibular común y el tibial.
Los dolores causados por una inflamación o compresión de la ciática (el otro modo de referirse al nervio ciático) son bastante comunes y se pueden sentir en cualquier momento de la vida. Generalmente son episodios esporádicos causados por alguna lesión, caída, golpe… aunque hay ocasiones en las que los síntomas perduran y complican el día a día de quienes los padecen.
Cuando se padece un dolor constante o pasajero en el nervio ciático, existen varias acciones que pueden ayudar a reducirlo. Las más comunes son las siguientes:
Además de los ejercicios y hábitos anteriores que cada paciente puede realizar por su cuenta, existen otros remedios para aliviar el dolor en el nervio ciático.
Como es evidente, estos deben ser recetados por el médico y entre los que se pueden administrar, según la Clínica Mayo, se encuentran los antiinflamatorios, los relajantes musculares, los tranquilizantes, los antidepresivos tricíclicos y los medicamentos anticonvulsivos.
El fisioterapeuta también puede realizar una labor clave para aliviar estas dolencias. Tanto con el trabajo de sus manos como con otro tipo de aparatos es posible reducirlas. Para ello incidirá en hacer ejercicios que ayuden a fortalecer los músculos y a estirarlos. De ese modo, la circulación sanguínea será mejor, la zona se aliviará y relajará y el nervio ciático se verá más “liberado”, cesando de ese modo el intenso dolor.
El fisioterapeuta también se encargará de realizar un plan de rehabilitación que el paciente deberá seguir a rajatabla para que dicho dolor tan incapacitante permita hacer una vida normal. En esa planificación habrá correcciones de postura, ejercicios de fortalecimiento, estiramientos, aplicación de calor localizado en las áreas que deban ser tratadas e incluso otras recomendaciones como la práctica de Pilates o Yoga.
Además de la fisioterapia, existen otros tratamientos complementarios que pueden disminuir el dolor de este nervio. Este es el caso de la acupuntura, con la que se tratarán directamente los puntos más problemáticos, así como otros que han provocado la inflamación o la compresión de la ciática.
Finalmente, cuando no es posible reducir el dolor de ninguna forma, habrá que recurrir en último término a la cirugía, ya que el problema posiblemente venga dado por una hernia discal.