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¿Qué es la acantoamebiasis? Descubre en qué consiste esta enfermedad

Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Miércoles 29 de enero de 2020

ACTUALIZADO : Miércoles 29 de enero de 2020 a las 8:39 H

4 minutos

El contagio de sus microorganismos causantes se puede dar a través de los ojos o vías respiratorias

¿Qué es la acantoamebiasis?
Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Miércoles 29 de enero de 2020

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Para explicar en qué consiste esta enfermedad desconocida que se conoce como acantoamebiasis debemos hacer referencia a una serie de microorganismos microscópicos llamados acanthamoeba y que son más frecuentes de lo que podamos imaginar. Unos seres vivos que se encuentran a nuestro alrededor ya sea en el mismo aire que respiramos, en las plantas que nos rodean, los sistemas de refrigeración y calefacción y, sobre todo, en espacios húmedos como el agua del mar o de las piscinas. 

Así, desde su hábitat natural, estos organismos diminutos pasan a nuestro organismo ya sea a través de una herida en nuestra piel, por nuestros ojos o bien por medio de nuestras vías respiratorias. Es por ello que aquellas personas que puedan englobarse dentro de grupos de riesgo (como los que padezcan diabetes, usen lentillas o tengan debilitado el sistema inmunológico) guarden especial cuidado; son muy vulnerables al contagio de estos protozoos que causan la acantoamebiasis. 

¿Qué es la acantoamebiasis?

Síntomas de esta patología

Una vez se ha producido el contagio, es cuando comienzan los primeros síntomas de esta enfermedad y que se pueden resumir en evidencias como fiebre, dolor de cabeza, náuseas, convulsiones, problemas de visión o incluso alteraciones del comportamiento cuando esa infección ha provocado una encefalitis amebiana granulomatosa; asociada a pacientes inmunodeprimidos y que presentan patologías crónicas como la cirrosis hepática o la diabetes mellitus, entre otras. 

Cuando son la piel o los ojos los que están infectados por esos microorganismos, la sintomatología más frecuente es la aparición de úlceras dolorosas en la parte del tronco o las extremidades de la persona afectada; o bien enrojecimiento ocular o ulceración de la córnea cuando la salud visual se ve dañada. En casos extremos, la visión puede verse realmente dañada provocando hasta ceguera. 

Tratamiento adecuado

Una vez confirmada dicha patología, el tratamiento pasa por la administración al paciente de antibióticos para frenar el avance de esos protozoos. Sin embargo, esta tarea se antoja un tanto complicada debido a que estas amebas suelen resistir a esa farmacología y siguen avanzando de forma hostil. Conociendo esto, en un primer momento se aplican altas dosis de fármacos para atajar esta enfermedad pero, con posterioridad, es esencial reducir esa administración para evitar la alta toxicidad de algunos de los principios de estos medicamentos.

En los casos más graves incluso se baraja la posibilidad de realizar una intervención quirúrgica. 

Por tanto no es de extrañar que ante las primeras señales, y sobre todo si nos encontramos entre las personas vulnerables, acudamos al médico. Eso y llevar a cabo una serie de pautas preventivas, sobre todo para evitar el contagio a través de los ojos. Así, es importante seguir una cuidada higiene (sobre todo a la hora de manipular y ponernos unas lentes de contacto), nada de dormir con ellas por la noche y quitárnoslas si nos vamos a meter en la piscina. 

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Victoria Herrero

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