Preguntas

Cómo detectar la trombosis venosa profunda y qué la provoca

Teresa Rey

Foto: Bigstock

Viernes 24 de mayo de 2019

ACTUALIZADO : Jueves 18 de marzo de 2021 a las 9:49 H

3 minutos

Se da a cualquier edad, pero partir de los 60 años la posibilidad de padecerla se incrementa

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Teresa Rey

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Viernes 24 de mayo de 2019

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La trombosis venosa profunda (TPV) o flebotrombosis tiene lugar cuando se produce un trombo o coágulo de sangre en una o varias venas profundas principalmente de las piernas. Según la Sociedad Española de Radiología Vascular e Intervencionista (Servei), se trata de una enfermedad grave que puede ocasionar daños considerables en la extremidad afectada y en casos extremos la muerte.

Cómo se produce

A veces no produce síntomas evidentes, salvo presentar la pierna afectada con hinchazón o dolor. Tal y como explican en Servei, la circulación de la sangre en esta zona depende de los músculos de las piernas que al contraerse empujan a esta por las venas hasta el corazón y los pulmones. Las válvulas que posee el sistema circulatorio evitan que la sangre retorne de nuevo hacia abajo. Los trombos aparecen cuando se produce algún trastorno en la coagulación sanguínea, haciendo que el flujo se ralentice.

Esta enfermedad puede ser grave porque los coágulos que se producen en las venas pueden desplazarse y terminar alojados en los pulmones. Así, al obstaculizar el flujo sanguíneo es posible acabar sufriendo una embolia pulmonar.

La aparición de la flebotrombosis puede deberse a una falta de movilidad prolongada, tras una cirugía, al estar mucho tiempo en la cama o por algunas heridas.

La inflamación de las piernas es el signo más evidente, aunque también cursa con dolor o calambres, sensación de calor o enrojecimiento o manchas en la piel. Las venas superficiales pueden hacerse más visibles o tener fatiga.

Factores de riesgo

La TPV está vinculada a algunos factores de riesgo como por ejemplo el cáncer, pues en algunos tipos de tumores hay sustancias que provocan coagulación, y a su vez hay tratamientos oncológicos que pueden favorecer si aparición.

La edad es otro elemento a tener en cuenta, pues a partir de los 60 años la posibilidad de padecer esta patología se incrementa.

También influyen la obesidad, el tabaquismo, la falta de actividad, la insuficiencia cardiaca o las enfermedades intestinales, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, entre otras.

Tratamiento y prevención

El tratamiento precoz con fármacos anticoagulantes reduce el riesgo de desarrollar embolia pulmonar, según expertos de la Servei. Este es el abordaje estándar, pero también se puede disolver el coágulo mediante una técnica llamada trombolisis farmacomecánica dirigida con catéter. Otra opción es filtrar la vena cava mediante la colocación de una especie de stent que permite la circulación sanguínea normal pero evitando a la vez que el trombo se dirija al pulmón.

En cuanto a las medidas preventivas lo más importante es cambiar los hábitos de vida de manera que nos movamos más, haciendo algún tipo de ejercicio o actividad todos los días, principalmente.

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Teresa Rey

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