Martes 22 de febrero de 2022
ACTUALIZADO : Martes 22 de febrero de 2022 a las 18:22 H
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La salud mental es una de las preocupaciones que más escuchamos en la actualidad que, además, se ha visto perjudicada por la pandemia. De hecho, el 47 % de las 2.772 personas de entre 65 y 79 años que fueron encuestadas por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) durante septiembre y octubre de 2020, reconocieron que el coronavirus ha impactado bastante o mucho en su salud mental; en concreto, buena parte de ellos refieren problemas para dormir (49%), tristeza (46%), ansiedad (31%), miedo a morir (20%) y depresión (19%).
¿Qué es la ansiedad? Es una respuesta de nuestro cuerpo, considerada un mecanismo de defensa o alarma ante una determinada circunstancia, como el miedo o el desconocimiento ante un suceso futuro. Asimismo, puede dividirse en dos tipos: razonable y patológica, que provoca los llamados trastornos de ansiedad. Entre los síntomas relacionados destacan la inseguridad, el miedo a perder el control, la hipervigilancia, problemas de atención o memoria, o episodios de irritabilidad o aislamiento.
Con el fin de ayudar a que las personas detecten los síntomas de ansiedad, el presitigioso psiquiatra y profesor estadounidense Aaron T. Beck creó en la década de los 80 el Inventario de Ansiedad de Beck (BAI), un breve cuestionario que mide la ansiedad en adultos y adolescentes. Está formado por 21 ítems que, según nuestra respuesta, nos aportan una puntuación, tal y como recoge el Great Plains Health.
Responde a los apartados teniendo en cuenta estos niveles:
0: Para nada.
1: Levemente.
2: Moderadamente
3: Severamente.
En base a esto, puntúa cómo te han afectado los siguientes síntomas esta última semana:
Puntuación:
Una vez tengas sumados los puntos, puedes comprobar el resultado:
Hacer deporte, una buena alimentación, mantener la mente activa y descansar bien son factores muy necesarios para combatir la ansiedad.
Por ejemplo, se recomienda el consumo de alimentos ricos en vitamina B, como carnes sin procesar, huevos, quesos, lácteos, quesos o frutos secos; en vitamina D, pescado azul, setas, leche, huevos, carne de cerdo, queso de soja y, como no, naranjas; en zinc, magnesio o hierro; los aminoácidos, como las carnes, mariscos, huevos, frutos secos y legumbres); o los ácidos grasos Omega-3, como las sardinas, anchoas, caballa, salmón o nueces.
Eso sí, si la sensación de preocupación excesiva y angustiosa la sufres con frecuencia o de manera muy intensa, lo más recomendable es acudir a un especialista que te ayude a superarla.
