Llega el Yellow Day, el día más feliz del año

¿Hay un día del año que sea más propicio para estar alegres? Esto es lo que piensan quienes celebran este 20 de junio el día más feliz del año, que recibe el nombre de Yellow Day (en español, Día amarillo), color elegido porque, según la neuropsicología, “se relaciona con el sol y significa luz radiante, alegría y estimulo”. Ya sea por el clima, las vacaciones o simplemente como campaña de marketing, el Yellow Day es una oportunidad para reflexionar sobre cómo ser un poco más felices.

El Yellow Day nace como antónimo al Blue Monday o Lunes azul, que está considerado el día más triste del año y que sucede cada tercer lunes de enero. Al parecer, ambos días tendrían un mismo origen publicitario y no científico, pues el simple hecho de plantear un día en el que todas las personas del mundo sean felices parece imposible.

Aun así, sí existen algunas causas que pueden ser revitalizadoras y que están asociadas a estas fechas: la víspera del verano, las horas de luz,  la llegada de las vacaciones, la reducción de horas laborales, las pagas extra, el aumento de salidas a la naturaleza y también de la frecuencia con la que se reúnen familiares y amigos. Al fin y al cabo, todas estas razones apuntan a las principales claves de la felicidad.

¿Cuáles son las claves de la felicidad?

• Rodearse de seres queridos: no tienen que ser necesariamente familiares, amigos o compañeros del trabajo, sino aquellas personas elegidas voluntariamente para compartir tu tiempo y emociones, aquellas que crean un ambiente donde sentirse verdaderamente comprendido. 
• Cuidar el cuerpo: en el cuerpo están las formulas químicas del bienestar. Por ello, debemos estimularlo con asiduidad para que funcione correctamente: ejercicio adaptado a las necesidades de cada uno, buenos habitos alimenticios, hidratación y chequeos regulares nos ayudaran a tener “la maquina en orden”.
• Cuidar la mente: no es tanto centrarse en lo que nos decimos si no en con qué actitud nos lo decimos. Es aconsejable dedicarse momentos para descansar que permitan dejar los pensamientos a un lado: hacer meditación,  escuchar música, practicar hobbies, etc.
• Cumplir hábitos: tener una rutina fomenta la organización, la claridad y el no caer en pensamientos negativos. No tiene que ser una rutina de veinticuatro horas, basta con cumplir algunas cosas que creamos esenciales en nuestro día a día. 

¿Cómo crear felicidad?

Los consejos anteriores sirven para cuidar de la felicidad y la tranquilidad que se tiene. Sin embargo, existen otros consejos más difíciles de adoptar, porque señalan directamente cómo afrontar nuestras malas rachas:

• Trabajar la gratitud por lo que se tiene en vez de fijar la atención en lo que no se tiene, y hacer eso mismo también con la propia personalidad: agradecerse lo que le gusta a uno de sí mismo, sus cualidades y su esfuerzo, en vez de poner el foco en el lado negativo.
• Evitar los pensamientos obsesivos durante los conflictos. Se pueden canalizar hablando con otra persona de confianza, practicando la escritura expresiva, o dedicándoles un tiempo especifico al dia.
• Ser más amables. En vez de centrarse siempre en uno mismo, a veces la felicidad procede de mirar hacia los demás. Generosidad, atención y cuidados son formas simbióticas de felicidad.
• Evitar el resentimiento y aprender a perdonar. De lo contrario, el malestar se instala en ciertos recuerdos que nos impiden avanzar.