
La deficiencia de omega 3 podría ser una causa de alzhéimer en mujeres
A diferencia de los hombres afectados, ellas presentan una marcada pérdida de estos ácidos grasos

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Sabemos que la enfermedad de Alzheimer (EA) es una patología neurodegenerativa devastadora que afecta a un número cada vez mayor de personas en todo el mundo. Pero las mujeres se ven afectadas por ella de forma desproporcionada, representando aproximadamente dos tercios de todos los casos de la patología, como se documenta en estudios como el publicado en Alzheimer's & Dementia:(The Journal of the Alzheimer's Association).
Lógicamente, se ha sugerido la mayor esperanza de vida de las mujeres como explicación de esta sobrerrepresentación, pero la respuesta parece ser más compleja. Las investigaciones demuestran que las mujeres presentan una mayor incidencia de la patología en comparación con los hombres después de los 80 años, lo que indica que la longevidad por sí sola no explica esta disparidad sexual. Si bien se han investigado los mecanismos biológicos dependientes del sexo relacionados con la patogénesis de la EA, las razones de la mayor susceptibilidad a ella siguen sin estar claras.
Una vía prometedora para comprender las diferencias sexuales en el riesgo de la patología proviene de la identificación de biomarcadores mediante metabolómica y lipidómica. Análisis metabolómicos recientes han ilustrado cómo los metabolitos asociados con el riesgo de EA a menudo son específicos del sexo. Por ejemplo, en un trabajo de PLoS Medicine se encontró que los niveles más bajos de ácidos biliares se asociaron con marcadores de neuroimagen de demencia, con una reducción farmacológica de los ácidos biliares, ácido cólico y ácido quenodesoxicólico, lo que condujo a un mayor riesgo de demencia vascular principalmente en hombres.
Diferencias entre ellas y ellos
Las diferencias metabólicas entre mujeres y hombres, especialmente en el metabolismo lipídico, están bien documentadas. Así, por ejemplo, en una revisión de Fronteris in Endocrinology se encontraron que mayores niveles de lipoproteína de baja densidad (LDL, el colestorol 'malo') pequeñas y medianas estaban asociados con el deterioro cognitivo en mujeres pero no en hombres, un hallazgo respaldado además por otra investigación que muestra que las LDL pequeñas y medianas se correlacionaban con la EA y el deterioro cognitivo leve (DCL) en mujeres, mientras que los varones mostraron una asociación entre LDL y DCL con partículas LDL más grandes.

Es importante destacar que un trabajo de la Comisión Lacent para la Demencia estimó que el 45% del riesgo de EA es potencialmente modificable, con un 7% atribuido a los niveles de LDL. Por lo tanto, el metabolismo lipídico es crucial para la salud cerebral, y el análisis lipidómico actualmente proporciona el método más avanzado para examinar los cambios lipídicos durante la patogénesis de la EA. A medida que las tecnologías lipidómicas continúan avanzando, permitiendo la identificación y cuantificación de un número cada vez mayor de moléculas lipídicas, estamos preparados para obtener conocimientos más profundos sobre las alteraciones lipídicas complejas asociadas con la patogénesis de la EA tanto en hombres como en mujeres.
Nueva investigación
Ahora llega una nueva investigación que sugiere que los ácidos grasos omega-3 podrían proteger contra la enfermedad de Alzheimer en las mujeres, El análisis de lípidos -moléculas de grasa que realizan muchas funciones esenciales en el cuerpo- en la sangre encontró que hubo una pérdida notable de grasas insaturadas, como las que contienen ácidos grasos omega, en la sangre de mujeres con la patología en comparación con féminas sanas.
Por el contrario, los científicos no hallaron diferencias significativas en la misma composición de moléculas lipídicas en hombres con alzhéimer en comparación con los sanos, lo que sugiere que estos lípidos desempeñan un papel diferente en la enfermedad según el sexo. Las grasas juegan un papel importante en el mantenimiento de un cerebro sano, por lo que este estudio podría indicar por qué se diagnostica más la enfermedad en el sexo femenino
El ensayo, publicado en Alzheimer's & Dementia por científicos del King's College de Londres y de la Queen Mary University de Londres, es el primero en revelar el importante papel que podrían tener los lípidos en el riesgo de alzhéimer entre los sexos.
La coautora, la Dra. Cristina Legido-Quigley del King's College de Londres, ha afirmado en un comunicado: “Las mujeres se ven desproporcionadamente afectadas por la enfermedad y se les diagnostica con mayor frecuencia que a los hombres después de los 80 años. Uno de los aspectos más sorprendentes que observamos al analizar los diferentes sexos fue que no existían diferencias en estos lípidos entre hombres sanos y con deterioro cognitivo, pero en el caso de las mujeres, la situación era completamente distinta. El estudio revela que la biología lipídica del alzhéimer difiere entre ambos sexos, lo que abre nuevas vías de investigación”.
Con 841 pacientes y 700 lípidos individuales
Los científicos tomaron muestras de plasma de 841 participantes que tenían la patología neurodegenerativa, deterioro cognitivo leve y controles de salud cognitiva y se les midió la inflamación y el daño cerebral.
Utilizaron espectrometría de masas para analizar los 700 lípidos individuales en la sangre. Los lípidos son un grupo de muchas moléculas. Los saturados generalmente se consideran 'indeseables' o 'malos', mientras que los lípidos insaturados, que a veces contienen ácidos grasos omega, generalmente se clasifican como 'saludables'.

Los científicos observaron un aumento pronunciado de los lípidos con saturación (los llamados 'no saludables') en mujeres con alzhéimer, en comparación con el grupo sano. Los lípidos con ácidos grasos omega unidos fueron los que presentaron una mayor disminución en el grupo con la patología. Ahora, los científicos afirman que existe una indicación estadística de que existe una relación causal entre la enfermedad y los ácidos grasos. Sin embargo, se necesita un ensayo clínico para confirmar dicha relación.
Valoraciones
La Dra. Legido-Quigley ha añadido: “Nuestro estudio sugiere que las mujeres deberían asegurarse de incluir ácidos grasos omega 3 en su dieta, ya sea a través del pescado azul o de suplementos. Sin embargo, necesitamos ensayos clínicos para determinar si modificar la composición lipídica puede influir en la evolución biológica de la enfermedad".
El Dr. Asger Wretlind, del King's College de Londres y también coautor del ensayo ha documentado: “Los científicos saben desde hace tiempo que se diagnostica la enfermedad de Alzheimer a más mujeres que hombres. Si bien esto aún requiere más investigación, pudimos detectar diferencias biológicas en los lípidos entre los sexos en una amplia cohorte y demostrar la importancia de los lípidos que contienen omegas en la sangre, algo que no se había observado antes. Los resultados son muy sorprendentes y ahora estamos analizando a qué edad se produce este cambio en las mujeres".
La Dra. Julia Dudley, jefa de investigación de Alzheimer's Research UK ha destacado: "En el Reino Unido, dos de cada tres personas con demencia son mujeres. Esto podría estar relacionado con una vida más larga o con otros factores de riesgo, como el aislamiento social, la educación o los cambios hormonales propios de la menopausia”.
Si bien este estudio muestra que las mujeres afectadas presentaron niveles más bajos de algunas grasas insaturadas en comparación con los hombres, es necesario seguir investigando. Esto incluye comprender los mecanismos que subyacen a esta diferencia y determinar si los cambios en el estilo de vida, incluida la dieta, podrían influir. También se deberían realizar investigaciones futuras en una población étnicamente más diversa para comprobar si se observa el mismo efecto.
“Entender cómo la enfermedad se comporta de forma diferente en ellas podría ayudar a los médicos a adaptar futuros tratamientos y consejos de salud. Alzheimer's Research UK se enorgullece de financiar este trabajo que nos acercará un paso más a la cura”, ha insistido la Dra. Dudley. La investigación fue apoyada con fondos de LundbeckFundation y Alzheimer's Research UK.