
Jueves 21 de enero de 2021
2 minutos

El 14 de diciembre criticábamos en este mismo espacio el proyecto de subir el periodo de cómputo de las pensiones de 25 a 35 años. Desde entonces pasaron 37 días y muchos episodios. Entre ellos lo que Pablo Iglesias dijo en “Salvados”: que la reforma de pensiones de su propio gobierno no llegaría siquiera al Congreso. Ayer, el ministro Escrivá, autoridad competente, se desahogó con Carlos Alsina en Onda Cero y denunció la existencia de una “narrativa de confrontación”. A pesar de la insistencia de Alsina, no reveló la autoría de esa narrativa, aunque acusó a la prensa y solo dejó entrever que podía ser algún ministro. Ante la dimensión del suceso, este cronista dice:
-
No es creíble que el periodo de cómputo haya sido noticia falsa; quizá no sea idea de Escrivá, pero existió. Y lo terrible es que el gobierno dejó que se convirtiera en verdad oficial, sin el menor desmentido.
- Si Escrivá no fue el autor, su cabreo debe dirigirse al gobierno, no a los medios.
- Es poco responsable que se haya lanzado el tema a la opinión, creando un profundo malestar en la población próxima a jubilarse.
- Es aún menos creíble que el señor Iglesias haya lanzado las amenazas que lanzó, siendo vicepresidente del gobierno, si el conflicto no existiera. Existió, pero Iglesias no fue informado del desenlace.
- Celebro que el cambio no figure en el borrador enviado a Bruselas.
- Y si el gobierno está enfrentado, que el presidente arbitre. Pero que no jueguen con las cosas de comer.