
Miércoles 10 de noviembre de 2021
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Hoy se celebra una importante reunión en Madrid: el mundo del transporte y el ministerio. Sobre la mesa, la posibilidad (no quiero decir amenaza) de huelga del sector. Como dijimos hace días, sería lo que faltaba en plena crisis de abastecimiento. Es que se juntan todos los problemas: promesas de la Administración no cumplidas, falta de personal por insuficiencia de los salarios y la dureza del trabajo, carestía del carburante con un incremento del 30 por ciento del precio del diésel en lo que va de año y, como último detalle, el propósito de implantar un pago (viñeta o peaje) por uso de las autovías. La suma de estas circunstancias hace que el sector se encuentre ante una crisis muy dura y reclame ayudas públicas antes de naufragar. En la reunión se decidirá qué puede hacer el gobierno. Este cronista solo desea plantear una duda: tal como está el panorama, ¿seguro que es el momento cobrar por el uso de las autovías y quizá de todas las carreteras? Personalmente creo que no. Con ese impuesto, el Estado resuelve su problema de conservación de infraestructuras, pero ahogará al transporte o provocará un aumento de precio de las mercancías transportadas: nuevo salto en la inflación. Y no sé qué es peor.