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Consejos y trucos para hacer cosas cotidianas si se padece rizartrosis

Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Domingo 26 de enero de 2020

6 minutos

Esta degeneración de la articulación impide hacer gestos cotidianos con los dedos de la mano

Consejos y trucos para hacer cosas cotidianas si se padece de rizartrosis
Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Domingo 26 de enero de 2020

6 minutos

La artrosis del pulgar, conocida como rizartrosis, es una alteración degenerativa de esa articulación. Una afección que, sobre todo, incide en los ligamentos a la hora de hacer el clásico movimiento de pinza para coger algo con la mano y que se puede originar bien por la edad o por haber estado años realizando el mismo gesto.

Lo que sucede con esta patología es que los pacientes experimentan un dolor en una zona que, además, notan más rígida y cuyo movimiento es más limitado. En otras palabras, esta dolencia es incapacitante, ya que actividades tan sencillas como abrir un bote pueden resultar más complicadas de lo que parecen a simple vista. Sin embargo, existen consejos y recomendaciones que se pueden poner en práctica para tener una buena calidad de vida, incluso con esta enfermedad articular.

Los síntomas de esta patología que afecta al pulgar

Esta afección, como explican desde la Sociedad Española de Reumatología (@SEReumatologia), afecta a un número considerable de personas mayores de 65 años. En concreto, dos de cada tres españoles que han superado esa edad están diagnosticados con rizartrosis; especialmente cuando se trata de una mujer. Pacientes que en la primera fase de la enfermedad han sufrido o experimentado algunos de estos síntomas comunes

  • Un dolor en la base del pulgar que, en ocasiones, puede llegar a ser bastante intenso cuando se manipula algún objeto con la mano. Para mejorar esa molestia, lo mejor es estar en reposo, sin embargo, esto no acaba por eliminar del todo ese pinzamiento agudo. 
  • La rizartrosis viene acompañada, además, de una deformidad del pulgar, que hace imposible en algunos casos hacer un gesto tan sencillo como abrocharse los botones de una camisa o quitar la tapa a un bote de legumbres.
  • Si este tipo de artrosis se encuentra ya en una fase avanzada, las personas mayores que la sufren pueden llegar a perder fuerza en esa mano
Consejos y trucos para hacer cosas cotidianas si se padece de rizartrosis

Lamentablemente, estos síntomas no tienen cura y lo único que se puede hacer en este caso es seguir un tratamiento preventivo que pueda moderar su incidencia o frenar un avance más progresivo. Así, antes de someterse a una intervención quirúrgica, por si es posible mejorar la funcionalidad de los dedos y la mano, el médico recetará diversos medicamentos, destinados sobre todo a mejorar la inflamación o ayudar en los casos en los que el dolor sea más intenso. En un plano no farmacológico, se puede prescribir el uso de una especie de férulas para descansar la articulación en momentos puntuales del día.

Sin embargo, cuando estas terapias previas fracasan y la enfermedad avanza, se puede realizar una operación para tratar la rizartrosis. En este caso, lo que se hace (según, eso sí, la edad del paciente, su grado de artrosis o su necesidad funcional) es optar por diversos procedimientos: colocación de una prótesis, fijación de la articulación dañada o reconstrucción de los ligamentos afectados. Tras unas semanas de rehabilitación, el paciente puede recuperar la movilidad completa de los dedos y no experimentar dolor otra vez. 

¿Cómo se aprende a vivir con la rizartrosis?

Todas esas señales antes mencionadas acaban, tarde o temprano, por complicar las acciones más cotidianas, como cocinar, cerrar una cremallera o incluso coger un bolígrafo para escribir. ¿Qué se puede hacer entonces? En estos casos, se puede recurrir a una serie de trucos y consejos que harán la vida mucho más fácil: 

  • Si a esa persona le resulta complicado coger un cuchillo, es mejor que opte por otro que tenga el mango más grueso para poder agarrarlo mucho mejor. 
  • Es esencial que haga un hueco en la cocina a los aparatos eléctricos que solucionarán muchos de esos problemas cotidianos. Es el caso de un abridor de latas que funcione solo, un exprimidor para preparar un zumo, un pelador totalmente automático o una máquina de coser, en lugar de hacerlo a mano como antaño. 
  • Siempre que se pueda es importante no forzar el pulgar, ya que esta articulación es la que más sufre con dicha patología. Es bueno entonces que se ayude de los cuatro dedos de la mano, así como tener cuidado con los movimientos repetitivos que al final pueden acabar empeorando esta afección. 
Consejos y trucos para hacer cosas cotidianas si se padece de rizartrosis

Además de estos consejos más funcionales, no vendría mal que cada día se dedicaran unos minutos a ejercitar esta parte de las manos para mejorar su movilidad. Movimientos que ayudarán a la hora de estirar y flexionar los dedos, además de fortalecer la musculatura. Así pues, es recomendable probar a tocar con el pulgar cada uno de los dedos de una mano o intentar formar la letra O con los mismos. 

De la misma manera, se puede colocar la mano haciendo un ángulo de 90º entre el pulgar y el resto de los dedos. Abrir y cerrar varias veces esa articulación la dotará de movimiento, al igual que masajear una pelota blanda de goma.  

Con los objetos cotidianos que se tengan en casa se puede practicar para retrasar el avance de la rizartrosis. Por ejemplo, intentar sacar las monedas del monedero, encender un mechero, sacar una a una las cerillas de una caja o coger unos garbanzos de un plato. También resulta eficaz el sencillo gesto de enroscar y desenroscar varias veces las tapas de recipientes de diferentes tamaños.

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Victoria Herrero

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