Salud

Baños de sonido, un viaje al bienestar físico y mental

Olga Selma

Foto: Bigstock

Lunes 31 de agosto de 2020

5 minutos

Muchas estrategias pueden ayudarnos a reducir el estrés, como tomar un baño de sonidos

baños de sonido
Olga Selma

Foto: Bigstock

Lunes 31 de agosto de 2020

5 minutos

Escuchar sonidos es una experiencia universal. Durante miles de años, el sonido ha sido un método probado para aumentar la conciencia y mejorar la atención plena, puesto que cuando escuchamos profundamente, podemos experimentar más conexión, compasión y empatía con los demás. La energía vibratoria del sonido es un punto de entrada a nuestro bienestar, puesto que se ha demostrado que el sonido ayuda a reducir el dolor, aumenta la conectividad neuronal y mejora la calidad de vida, por ello los baños de sonidos son una experiencia pensada para entrar en un estado de relajación profunda muy beneficioso en momentos de estrés o ansiedad.

Sara Auster es terapeuta de sonido y profesora de meditación en Nueva York, donde facilita experiencias inmersivas de baños de sonido con un enfoque holístico. Sus experiencias cuidadosamente diseñadas permiten que el sonido se use como una herramienta para invitar a estados meditativos, cultivar una relajación profunda e inspirar una conexión y un cambio significativos. Tal y como explica la terapeuta, en un baño de sonido no estás escuchando música en el sentido formal. Los sonidos no incorporan melodía, armonía, ritmo ni arreglos como lo hace la música, sino que al estar menos estructurados nos ayudan a escuchar sin juzgar. Los baños de sonido eliminan el deseo de reacción y análisis que podrías tener con una canción pop y permiten al oyente profundizar en su propia experiencia.

¿Es meditación?

No es meditación como tradicionalmente se puede pensar, pero la experiencia del baño de sonido puede ser útil para cualquiera que desee acceder a los beneficios de la meditación o un momento de relajación. En lugar de una práctica meditativa que requiere mantener una posición erguida y un punto de concentración, como recitar un mantra complicado o contar nuestras respiraciones, todo lo que tenemos que hacer durante un baño de sonido es escuchar. El sonido es efímero, cada sonido en particular solo está sucediendo en ese momento, y por lo tanto, la conciencia de cada sonido nos ayuda a conectar con el momento presente y explorar la atención plena.

Esta experiencia puede ser beneficiosa tanto para principiantes como para meditadores experimentados. En ella, además de gongs de diferentes tamaños, puede haber cuencos tibetanos, o la voz del guía que puede crear una serie de sonidos, con un timbre final que indica el cierre de la sesión.

cuencos tibetanos

Los conciertos de cuencos tibetanos se realizan de forma habitual en centros de meditación y yoga. Pero si lo prefieres también puedes escucharlos en casa, bien accediendo a conciertos online o bien adquiriendo un cuenco tibetano y aprendiendo a tocarlo tu mismo, como un instrumento. Únicamente necesitarás preparar un espacio tranquilo y cómodo, que tenga la temperatura adecuada y que esté libre de ruidos y distracciones. Para tocarlo se choca el mazo contra el borde del cuenco y, después, se fricciona en círculos hasta obtener una vibración. La Institución Española de Sonoterapia desarrolla toda una gama de cuencos tibetanos con un aleación de 7 metales y totalmente calibrados para que califiquen todo su espectro en vibración.

¿Cuáles son los beneficios?

Si bien no hay una ciencia detrás de esta práctica, muchos estudios muestran que los estados meditativos pueden aliviar el estrés y la ansiedad, la presión arterial alta y pueden ayudar a las personas con insomnio y dolor crónico. Un estudio sobre el impacto de la vibración y la musicoterapia en la salud realizado por la Universidad de Granada demostró que la terapia con sonidos y la visualización de imágenes reducen considerablemente el dolor provocado por enfermedades como la fibromialgia, influyen positivamente en estados de ansiedad, depresión o estrés y mejoran el insomnio. Además, las personas que practican estas técnicas experimentan:

-Una mejora del estado de ánimo y la inteligencia emocional.

-Un incremento del optimismo, la relajación y la conciencia.

-Una reducción de la preocupación, la ansiedad y la impulsividad.

-Una mejora de la autoestima y la auto aceptación.

-Una mejora de la resiliencia frente al dolor y la adversidad.

-Un incremento de la fuerza mental, el enfoque y la productividad.

-Un aumento en la retención de la memoria, las habilidades cognitivas y la toma de decisiones.

-Una mejora de la respuesta inmunológica y el nivel de energía.

Sobre el autor:

Olga Selma

Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.

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