¿Eres mayor y has perdido el olfato? Hay un nuevo motivo para que consultes a tu médico
Podría ser una señal de alerta de riesgo de enfermedad cardiaca. Hablamos con el autor del estudio
La mayoría de los médicos y la población general ignora un sentido: el olfato, a pesar de que controla la entrada de agentes presentes en el aire al sistema respiratorio humano, incluidas sustancias peligrosas, y alerta sobre alimentos en mal estado. Además, este sistema sensorial primario mejora la calidad de vida al realzar el sabor y la palatabilidad de los alimentos y bebidas, como se documenta en una investigación. La mayoría de las quejas sobre la disminución del gusto en realidad reflejan una disminución del olfato.
El olfato como predictor de enfermedades
Pese a ello, la pérdida del olfato está relacionada con diversas enfermedades neurológicas y neurodegenerativas, como la enfermedad de Parkinson (EP), la enfermedad de Alzheimer (EA), la esclerosis múltiple y la enfermedad de Huntington. Pues ahora llega un nuevo estudio que constata que perder el sentido del olfato podría ser una señal de alerta temprana de que existe riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca. Los hallazgos, publicados en la revista JAMA Otolaryngology–Head & Neck Surger, podrían significar que se puede identificar a más personas antes de que desarrollen por completo la enfermedad.
Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Michigan (EE.UU) encontró una correlación entre tener un sentido del olfato deficiente y la probabilidad de ser diagnosticado de cardiopatía isquémica. Es una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Se produce cuando el suministro de sangre al corazón se bloquea o se interrumpe por una acumulación de sustancias grasas en las arterias coronarias, lo que provoca angina de pecho (dolor en el pecho), ataques cardíacos e insuficiencia cardíaca.
Qué es la cardiopatía isquémica
En la mayoría de los casos de cardiopatía coronaria, la prevención es la mejor cura, y los médicos a menudo sugieren una serie de cambios en el estilo de vida, que incluyen sustituir los alimentos grasos por frutas, verduras y cereales integrales ricos en fibra, dejar de consumir alcohol y cigarrillos, y aumentar los niveles de actividad física, para mejorar la salud y el estado físico general del corazón. Pero los hallazgos del nuevo estudio, publicados hoy en la revista JAMA Otolaryngology–Head & Neck Surgery, dan un paso más allá en la prevención y detección precoz de la enfermedad.
Así se hizo el estudio
Chen Honglei es uno de los autores de la nueva investigación y aclara a 65YMÁS todos los detalles del ensayo: "En una amplia población de más de 5.000 adultos mayores estadounidenses, examinamos la relación entre la pérdida del olfato y el riesgo futuro de enfermedad coronaria. Evaluamos el olfato al inicio del estudio mediante una breve prueba de identificación de olores. Descubrimos que los adultos mayores con pérdida del olfato presentaban un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, aunque esta relación se atenuó con un seguimiento prolongado".

El investigador Chen Honglei
Para el experto "este hallazgo, junto con nuestras observaciones recientes sobre el olfato y el riesgo de accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca, sugieren una posible relación entre la pérdida del olfato y la salud cardiovascular en el contexto del envejecimiento. Estos hallazgos se suman a la creciente evidencia de que este déficit sensorial, en gran medida ignorado, puede predecir la salud de los adultos mayores, más allá de sus conocidas asociaciones con enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson y la demencia".
¿Por qué el olfato?
En palabras del investigador, "La disfunción o el déficit olfativo afecta a aproximadamente una cuarta parte de los adultos mayores. Sin embargo, a diferencia de la discapacidad visual o auditiva, la pérdida del olfato suele pasar desapercibida tanto para el público general como para los profesionales médicos. Por otro lado, la pérdida del olfato indica un mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el párkinson y la demencia (como ya hemos mencionado), y está fuertemente vinculada a un mayor riesgo de mortalidad. Además, la disminución del sentido del olfato puede afectar negativamente la dieta y la nutrición, el estado de ánimo, la actividad física y la salud social de las personas mayores, poniendo en riesgo su salud a largo plazo. Consideramos que aún nos queda mucho por aprender sobre la importancia de este déficit sensorial, en gran medida ignorado.
Para el experto, "si bien la pandemia de COVID-19 puede haber aumentado considerablemente la concienciación pública sobre la pérdida repentina del olfato, la mayoría de nosotros todavía no prestamos atención a nuestro sentido del olfato. Su pérdida es común en las personas mayores, pero menos de un tercio de quienes la padecen la reconocen al ser preguntados"
La importancia del olfato en los mayores
Recuerda el experto que "nuestros adultos mayores deben prestar atención a su sentido del olfato y consultar con su médico si notan alguna anomalía. Aunque aún estamos lejos de comprender completamente las implicaciones clínicas de este déficit sensorial común en los adultos mayores, existe evidencia sólida que lo vincula con el funcionamiento físico, la fragilidad, las enfermedades neurodegenerativas, el riesgo de muerte y, ahora, potencialmente, la salud cardiovascular".
Desafortunadamente, insiste, "si bien este déficit sensorial afecta a aproximadamente una cuarta parte de los adultos mayores, rara vez se aborda en su atención médica. Supongamos que tengo 65 años o más y noto una pérdida del olfato persistente e inexplicable. En ese caso, consultaré con mi médico sobre cómo confirmar este déficit sensorial, colaboraré con él para identificar las posibles causas y analizaré cómo mitigar posibles problemas de salud. Por ejemplo, prestaré más atención a mi salud cognitiva, mi dieta y nutrición, mis interacciones sociales y a los posibles entornos peligrosos".
Investigación en curso
Esta línea de investigación "forma parte de los esfuerzos más amplios de nuestro grupo por descubrir qué puede revelar un sentido del olfato deficiente sobre la salud de los adultos mayores. Recientemente, hemos publicado nuestros novedosos hallazgos sobre las asociaciones entre el olfato y el funcionamiento físico, la fragilidad, la depresión, la función pulmonar y las enfermedades cardiovasculares. Nos interesa mucho comprender las explicaciones y las implicaciones clínicas y de salud pública de nuestros hallazgos. Nuestro sueño es aprovechar esta sencilla prueba de detección para monitorear mejor la salud de los adultos mayores, identificar posibles problemas de salud de forma temprana e intervenir adecuadamente para promover un envejecimiento saludable", nos comparte.



