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Nuevas evidencias del grave impacto de la soledad

Patricia Matey

Foto: Bigstock

Viernes 18 de julio de 2025

8 minutos

Es común y es un predictor fuerte e independiente de depresión y malos resultados de salud

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Patricia Matey

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Lo hemos contado en varias ocasiones pero es una realidad a la que no se le puede dar la espalda. La soledad se ha convertido en un problema de salud pública importante en los países occidentales con profundas implicaciones para la salud mental y física. 

Definida como el sentimiento subjetivo de estar socialmente desconectado o carecer de relaciones interpersonales significativas, solo en EE.UU. afecta aproximadamente al 36% de sus ciudadanos, aumentando al 61% entre los adultos jóvenes y al 51% entre las madres con niños pequeños. Las mujeres informan de soledad a tasas más altas que los hombres, y el fenómeno trasciende las líneas demográficas y socioeconómicas 

La soledad se ha vinculado a un aumento del 26% en la mortalidad prematura, un riesgo comparable al tabaquismo y la obesidad, lo que subraya su urgencia como prioridad de salud pública, como documenta un ensayo de 'Nature Reviews Diseases Primer'. 

En España, y según SoledadES (Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada, Fundación ONCE, Fundación AXA), esta ha sido la prevalencia de la soledad no deseada en España en 2024: 

  • Una persona de cada cinco (20%) sufre soledad no deseada en España.
  • Dos de cada tres personas (67,7%) que la padecen llevan en esta situación más de 2 años.
  • De las que actualmente no se sienten solas, más de una de cada tres (36,6%) tuvo una etapa en la que se sintió bastante o muy sola.
  • La soledad no deseada es algo más frecuente entre mujeres (21,8%) que entre hombres (18%).

Consecuencias

Las consecuencias para la salud son de amplio alcance y están bien documentadas, Así estudios previos, como el que publica 'Lancet Psychiatry', han establecido fuertes asociaciones entre la soledad y la depresión, identificando una relación bidireccional donde la soledad contribuye a los síntomas depresivos y se ve exacerbada por ellos. Se estima que las personas solitarias tienen un riesgo entre un 15 % y un 30 % mayor de desarrollar trastornos depresivos, como refiere un ensayo de la 'Revista Nórdica de Psiquiatría'.

Como media, las personas solitarias informan de dos a tres días más de mala salud mental por mes. La salud física se ve afectada de manera similar; la soledad contribuye a uno o dos días adicionales de mala salud física por mes, a menudo relacionados con la inflamación, la disfunción inmunológica y un mayor riesgo de enfermedades crónicas como la hipertensión y los trastornos cardiovasculares.

A pesar de su creciente reconocimiento como una amenaza grave para la salud, los estudios previos tienen limitaciones que restringen nuestra comprensión de su impacto total, como documenta un ensayo de 'Frontiers in Psychology'. 

Sin embargo, para comprender más su impacto los científicos han seguido investigando. Llega ahora un nuevo ensayo que destaca que ella, además de ser muy común es un predictor fuerte e independiente de depresión y malos resultados de salud, según publica 'PLOS One'. El estudio ha estado dirigido por el Dr. Oluwasegun Akinyemi, investigador principal de la Facultad de Medicina de la Universidad Howard, Washington DC, EE. UU.

Nuevas evidencias

En el nuevo ensayo, los investigadores analizaron datos del Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo Conductuales (CRFV, de sus siglas en inglés) recopilados mediante encuestas telefónicas entre 2016 y 2023. La población del estudio incluyó a 47 318 adultos no institucionalizados residentes en EE. UU., predominantemente blancos (73,3 %) y mujeres (62,1 %), con edades comprendidas entre los 18 y los 64 años (72,1 %).

Más del 80% de los participantes reportaron algún nivel de soledad. En comparación con quienes dijeron 'nunca' a sentirse solos, quienes reportaron 'siempre' a sentirse solos tuvieron una probabilidad significativamente mayor de depresión (50,2% vs. 9,7%), un promedio de 10,9 días más de mala salud mental al mes (20 vs. 9,4) y 5,0 días más de mala salud física al mes. Las mujeres experimentaron consistentemente una mayor probabilidad de depresión y más días de mala salud mental que los hombres en todos los niveles de soledad, y las personas negras tuvieron menores probabilidades de depresión y menos días de mala salud mental que las blancas en todos los niveles de soledad.

 

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El estudio se vio limitado por la dependencia de medidas autoinformadas, así como por un posible sesgo derivado de factores de confusión no medidos, como rasgos de personalidad o acontecimientos vitales. Sin embargo, los autores afirman que los hallazgos del estudio tienen implicaciones urgentes para las políticas y la práctica. Sugieren que la soledad debería priorizarse junto con los factores de riesgo tradicionales en la planificación de la salud pública, y que las evaluaciones rutinarias de la misma en entornos clínicos podrían ayudar a identificar a las personas de alto riesgo para intervenciones como las iniciativas sociales.

Los autores añaden: "Nuestro estudio destaca que la soledad no es solo un estado emocional, sino que tiene consecuencias mensurables para la salud mental y física. Abordarla puede ser una prioridad crítica de salud pública para reducir la depresión y mejorar el bienestar general".

Los científicos aclara que "esta investigación nos permitió explorar las experiencias vividas por muchas personas en situación de vulnerabilidad. Lo más destacado fue la profunda influencia de la soledad en todos los aspectos de la salud, lo que subraya la urgencia de abordar esta epidemia oculta".

Sobre el autor:

Patricia Matey

Patricia Matey

Licenciada en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid. 1986-1991), es periodista especializada en información de salud, medicina y biociencia desde hace 33 años. Durante todo este tiempo ha desarrollado su profesión primero en el suplemento SALUD de EL MUNDO (22 años), luego como coordinadora de los portales digitales Psiquiatría Infantil y Sexualidad en el mismo diario. Ha colaborado en distintos medios como El País, La Joya. la revista LVR, Muy Interesante, Cambio 16, Indagando TV o El Confidencial. En este último ejerció de jefa de sección de Alimente durante cuatro años. Su trayectoria ha sido reconocida con los premios de periodismo de la Sociedad Española de Oncología Médica, premio Boehringer-Ingelheim, premio de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, premio Salud de la Mujer, premio de Comunicación del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid o Premio de Periodismo de Pfizer. Actualmente es la responsable de la sección Cuídate+ sobre longevidad saludable de 65YMÁS.

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