
Nuevo espaldarazo de la ciencia al café: tiene beneficios para el hígado
Promueve la salud hepática, según un reciente análisis de décadas de datos existentes

La ciencia lo vuelve a confirmar: la cafeína es buena para el corazón
Sabemos que el hígado es esencial para la homeostasis sistémica. Como principal centro metabólico del organismo, desempeña un papel fundamental en el procesamiento de macronutrientes, la desintoxicación de xenobióticos y la síntesis de biomoléculas esenciales. Almacena glucosa en forma de glucógeno y regula su liberación mediante la gluconeogénesis durante el ayuno, asegurando niveles estables de glucosa en sangre, como describen varios ensayos.
El hígado
Los hepatocitos son responsables de procesos clave en el metabolismo lipídico, incluyendo la oxidación de ácidos grasos para la producción de trifosfato de adenosina, la síntesis de colesterol y lipoproteínas, y la formación de sales biliares, esenciales para la digestión y absorción de lípidos. Además, el hígado es crucial para el metabolismo proteico, produciendo la mayoría de las proteínas plasmáticas circulantes, como la albúmina y los factores de coagulación, y eliminando los desechos nitrogenados a través del ciclo de la urea. También metaboliza el hemo en los eritrocitos senescentes en bilirrubina, que se excreta en la bilis junto con vitaminas y minerales liposolubles.
Además de sus funciones metabólicas, el hígado regula el volumen sanguíneo, modula la respuesta inmunitaria y mantiene la homeostasis de lípidos y colesterol. Su notable capacidad para desintoxicar xenobióticos (como drogas, alcohol y contaminantes ambientales) subraya su vulnerabilidad a diversas agresiones, como la exposición a sustancias tóxicas; infecciones virales (p. ej., hepatitis A, B y C); y trastornos metabólicos como diabetes, obesidad, dislipidemia y enfermedades autoinmunes o genéticas. Como resultado, las enfermedades hepáticas se han convertido en una crisis sanitaria mundial, con una prevalencia en continuo aumento.

Una nueva y exhaustiva revisión publicada en Biochemical Pharmacology amplía la evidencia existente de que beber café con regularidad puede ayudar a proteger e incluso restaurar la salud del hígado al inhibir la cicatrización y la inflamación. Además de confirmar las asociaciones previamente señaladas entre el café y la salud hepática, la revisión identifica posibles vías moleculares que explican estas relaciones beneficiosas.
El café
En los últimos años, el creciente interés en los factores dietéticos que influyen en la salud hepática ha revelado que el café, una de las bebidas más consumidas en todo el mundo, puede ser un potencial agente hepatoprotector. El café se produce a partir de las semillas tostadas de plantas pertenecientes al género Coffea y la familia Rubiaceae . Las especies más cultivadas y comercializadas son Coffea arabica y Coffea canephora (robusta), que constituyen la mayoría de las plantas de café cultivadas para la producción mundial de café. Estas plantas crecen en las regiones tropicales y subtropicales de América Latina, África y el Sudeste Asiático, donde las condiciones climáticas favorecen su cultivo recuerda un artículo de The Royal Society of Chemistry
Desde una perspectiva química, y como refiere una investigación de Advances in Food and Nutrition Research el café es una mezcla compleja de compuestos bioactivos que contribuyen tanto a su perfil sensorial como a sus efectos fisiológicos. Entre los compuestos más representativos se encuentran la cafeína, un alcaloide con propiedades estimulantes del sistema nervioso central; los ácidos clorogénicos, un grupo de polifenoles; y los diterpenos (cafestol y kahweol), lípidos presentes en los granos de café. Además, el café contiene cientos de otros compuestos, incluyendo carbohidratos, lípidos, aminoácidos, proteínas, vitaminas y minerales
Tanto individualmente como en combinación, ejercen diversos efectos farmacológicos, como efectos antioxidantes, antiinflamatorios, antifibróticos, anticancerígenos y reguladores del metabolismo, que pueden atenuar la lesión hepática y promover la reparación hepática . Estudios epidemiológicos han documentado que el consumo regular de café está asociado con un menor riesgo de enfermedades hepáticas y sus complicaciones, como fibrosis o cirrosis.
La nueva revisión
Esta revisión es una nueva recopilación y análisis de décadas de datos epidemiológicos, experimentales y clínicos que documentan el potencial del café para la salud hepática.
Desde hace tiempo se ha sugerido que la robusta combinación de compuestos bioactivos del café tiene la capacidad de reducir el riesgo de enfermedad hepática. Se cree que su consumo retrasa la progresión de la enfermedad hepática a fibrosis, cirrosis y carcinoma hepatocelular, gracias a la robusta combinación de compuestos bioactivos del café.
Esta revisión no se limita a destacar la asociación entre el consumo de café y la salud hepática. También intenta explicar químicamente cómo estos compuestos ayudan a mantener el hígado, describiendo una amplia gama de efectos antioxidantes, antiinflamatorios y antifibróticos derivados del consumo de café. El café también parece ayudar a equilibrar el microbioma intestinal e incluso a moderar las influencias epigenéticas que pueden afectar la salud hepática.
¿Qué hace que el café sea bueno para el hígado? El café es una mezcla compleja de compuestos bioactivos, además de su conocido ingrediente, la cafeína, ha explicado Michelle Routhenstein,, dietista de cardiología preventiva en EntirelyNourished, y co autora del estudio
Y ha insistido: "El café contiene compuestos específicos como el ácido clorogénico y los polifenoles, que tienen efectos antioxidantes, antiinflamatorios y hepatomoduladores que pueden ayudar a promover la salud hepática". Las propiedades antioxidantes del café pueden ser especialmente importantes, ya que, "el estrés oxidativo puede afectar negativamente a las células del hígado, promoviendo la inflamación y la resistencia a la insulina".
El análisis de la revisión de una colección tan amplia de datos confirmó indicios previos de asociaciones entre el consumo de café y una reducción en la incidencia de varias enfermedades hepáticas importantes.
En personas con hepatitis C crónica, por ejemplo, se observó nuevamente que el consumo de café estaba inversamente asociado con la gravedad del daño hepático. Las personas con hepatitis C que bebían café a diario experimentaron tasas significativamente menores de progresión a fibrosis y cirrosis. Quienes bebían dos tazas de café al día también tenían menos probabilidades de desarrollar carcinoma hepatocelular, que a menudo se presenta con la hepatitis C.
La revisión también reportó correlaciones entre el café y una menor gravedad de dos causas principales de morbilidad y mortalidad hepática.
En la hepatopatía alcohólica
La hepatopatía alcohólica es el resultado del consumo excesivo de alcohol. Su daño hepático se asocia con la presencia de las enzimas hepáticas AST, GGT y ALT. Las personas que beben café regularmente tienen niveles más bajos de estas enzimas. La enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica, o MASLD, es la enfermedad hepática crónica más común a nivel mundial. La revisión informó que las personas que bebían café regularmente tenían un 29% menos de probabilidades de desarrollar MASLD que quienes no lo bebían.
El café actúa a nivel molecular en el hígado.
Es importante destacar que los autores de la revisión rastrearon los mecanismos químicos detrás de las supuestas propiedades beneficiosas del café, alineándolos con posibles dianas moleculares específicas dentro del hígado. Investigaron cinco áreas:
- Apoyo antioxidante para el hígado.
- Apoyo antiinflamatorio para el hígado.
- Apoyo antifibrótico para el hígado.
- Apoyo metabólico.
Apoyo para el equilibrio del microbioma intestinal. Para las primeras cuatro áreas, los autores identificaron moléculas específicas que, según los datos existentes, habían demostrado tener un efecto positivo del café. En la quinta, anotaron diversas bacterias que equilibran el microbioma intestinal y que el café ayuda a promover.
¿Cuánto café es la cantidad más saludable?
"La cantidad de cafeína generalmente segura es de unos 400 miligramos (mg) [aproximadamente de 3 a 4 tazas] al día, pero esta cantidad puede variar según la tolerancia individual", ha declarado Routhenstein.
La revisión señala que, incluso con pequeñas cantidades de café, pueden presentarse efectos adversos en personas con hipersensibilidad a la cafeína, enfermedades cardiovasculares o trastornos de ansiedad.

"Muchas personas pueden experimentar palpitaciones, ansiedad, insomnio, reflujo ácido y malestar gastrointestinal con cantidades más bajas, por lo que la cantidad deberá ajustarse a cada individuo". ha insistido la investigadora. La revisión también señala que los efectos beneficiosos del café dependen de la dosis. Consumir más de 5 tazas de café al día, por ejemplo, puede aumentar los niveles séricos de colesterol LDL («malo») y potencialmente contribuir a la dislipidemia.
Más allá del hígado
"El café también puede ser beneficioso para el corazón, Dado que la salud del hígado está relacionada con la salud del corazón, no sorprende que varios estudios demuestren que el consumo moderado de café negro también puede ser beneficioso para el corazón, si se tolera bien”, ha documentado.
Y ha recordado que "la cantidad de café con cafeína que se consume debe individualizarse para obtener resultados óptimos, y se debe tener precaución en personas con afecciones cardíacas preexistentes o que toman ciertos medicamentos como betabloqueantes y anticoagulantes".
Los autores señalan que el café puede desempeñar un papel como una intervención dietética sencilla y viable para las personas con enfermedad hepática, especialmente cuando se considera en el contexto de otros factores modificables del estilo de vida. Aun así, la identificación de vías moleculares relevantes para el café en la revisión, afirman sus autores, podría abrir nuevas vías de investigación para los tipos de ensayos clínicos aleatorizados. También señalan que se requerirá más investigación para obtener más detalles con fines clínicos.