¿Se puede jugar al fútbol a partir de los 55 años?

A menudo tendemos a pensar que ciertos deportes y esfuerzos físicos a partir de determinadas edades pueden poner la salud de las personas de más de 55 o 60 años en riesgo. Practicar fútbol puede ser una de esas actividades, ya que habitualmente asociamos a este deporte con una alta capacidad física, tanto de potencia como de fondo.

Investigaciones

Pero los investigadores de la Universidad de Copenhague Peter Krustrup y Eva Wulff Helge han estudiado a voluntarios entre 63  y 75 años con escasa preparación física y han obtenido resultados sorprendentes. Estos voluntarios comenzaron a practicar durante una hora dos veces por semana y alargaron este entrenamiento hasta cuatro meses. Tras ese periodo de tiempo, estas personas habían mejorado su mineralización ósea, su capacidad muscular y su capacidad de oxígeno transportada desde los pulmones hasta el tejido muscular.

Por lo que una de las conclusiones del Doctor Krustrup es la de que no hay edad límite para jugar al fútbol, siempre que este se practique al ritmo adecuado y con personas del mismo rango de edad. Practicarlo aumenta la capacidad física y cardíaca de quienes lo juegan, así como ayuda a que personas de más de 60 años disminuyan las posibilidades de sufrir caídas.

Para Krustrup, los resultados que este estudio dejan patente que es una forma de entrenamiento versátil, intensa y muy efectiva. Y señala que la fortaleza muscular y aeróbica que se consigue jugando al fútbol ayuda a las personas de más de 60 años a superar los retos físicos que el día a día les va poniendo; como subir escaleras, cargar con bolsas de la compra o llevar a cabo algunas tareas domésticas. Además, el ser un deporte que se practica en grupo conlleva un "entrenamiento social", el cual también resulta enormemente beneficioso para la salud mental y, por tanto, para la salud física de las personas mayores.

Krustrup insiste en que esta actividad no debe estar solo restringida a aquellos que ya practicaron fútbol en etapas anteriores de su vida, sino que también es bueno para la salud de quienes nunca han jugado y quieren aprender, independientemente de su edad. Porque, como recuerda el investigador de la universidad danesa, lo más importante no es ganar o perder, sino la actividad en grupo y los beneficios para la salud.