Cerlesky Pérez
Cultura
Helen Mirren: “No necesito sentirme joven para saber quién soy”
La actriz reivindica cada etapa vital como parte esencial de su historia

A sus 80 años, Helen Mirren no pretende parecer más joven ni aferrarse a un ideal de juventud eterna. La veterana actriz británica se muestra más segura que nunca y defiende la importancia de vivir plenamente cada etapa de la vida, sin disfraces ni complejos.
En lugar de hablar de “alma joven”, una frase que muchas personas mayores usan para negar el paso del tiempo, Mirren reivindica la madurez con total naturalidad: "Tengo el espíritu de una mujer de 80 años, y eso es exactamente lo que soy”, aseguró en el pódcast Brave New World.
Para ella, el paso del tiempo no es algo que deba ocultarse, sino una fuente de conocimiento y autenticidad. Lejos de encajar en los moldes del edadismo –esa discriminación sutil y constante hacia las personas mayores–, Mirren ha hecho de su trayectoria un ejemplo de evolución constante. Desde sus primeros papeles en los años 60 hasta su interpretación en películas como The Queen, Red o Excalibur, ha demostrado que el talento y la presencia no tienen edad.
La actriz también hace hincapié en lo importante que es mantenerse activa y cuidar de uno mismo. No propone fórmulas milagrosas ni exige grandes esfuerzos: “No tienen por qué apuntarse a un gimnasio. Pueden ser pequeños cambios, como dar un paseo corto o practicar yoga, algo que todavía disfruto”, afirma.
Desde el punto de vista psicológico, reconocer y aceptar cada etapa vital permite vivir con más coherencia, sin el peso de aparentar lo que no se es. Al integrar lo vivido –con sus aciertos, errores y aprendizajes–, se gana serenidad. En cambio, negar el paso del tiempo puede generar conflictos internos y alejarnos de nosotros mismos.

La artista, embajadora del proyecto Age UK, también alza la voz contra el trato injusto que muchas personas mayores reciben: “Envejecer puede venir acompañado de un trato distinto, y eso no solo es molesto, sino profundamente injusto. Las cosas deben cambiar”, asegura.
Su mensaje es claro: cumplir años no es un problema. El problema es que la sociedad no siempre lo entiende así. Por eso, insiste en que nunca es tarde para empezar algo nuevo, para cuidarse, para aprender o para disfrutar. Porque el tiempo vivido no es una carga, sino una historia que merece ser reconocida.