Siempre es necesario cuidarse bajo el sol y mucho más durante los meses de verano. Así, se deben extremar las precauciones para que la piel no sufra, en un futuro, graves complicaciones como consecuencia de ese exceso de exposición.
Una protección que debe ser especialmente cuidadosa cuando en nuestro cuerpo tenemos cicatrices, como recuerdan desde el Instituto Médico Láser (@IML_es). Y es que, debido al sol, esa marca (causada por una herida o una intervención quirúrgica) puede notarse aún más. Además, los rayos solares pueden interferir en una correcta cicatrización.
Este es un buen momento para desterrar una idea errónea: las cicatrices no desaparecen con el sol, sino todo lo contrario. Su tono se vuelve mucho más llamativo y tarda en desaparecer.
Por ello, cuanto menos le dé el sol mucho mejor, sobre todo si es reciente y tiene un color más rosado o rojizo. En este caso, el cuidado debe ser aún más escrupuloso, ya que son marcas en la piel muy vulnerables a los rayos UV y pueden quemarse fácilmente. En resumen, lo más adecuado cuando se tienen cicatrices es seguir estas recomendaciones: