

Pedro Sánchez estuvo en Ucrania y, contra el criterio de dos de sus ministras, decidió duplicar la ayuda militar a la resistencia. Ha sido un gran gesto. Hacia Polonia viaja ya el buque “Isabel” con doscientas toneladas de municiones y camiones. El presidente Zelenski agradeció el envío, pero pide que se haga con más rapidez. Sobre esto necesito aportar una reflexión: todos los días hay noticias de envíos de material bélico desde varios países; me pregunto si alguien los coordina; si alguien por encima de los gobiernos estudia las necesidades de defensa y ataque de Ucrania y planifica las ayudas; si existe una estrategia diseñada en algo parecido a un estado mayor… Es todo tan elemental, que parece increíble que no exista, pero no tenemos noticia de ello. Yo, por ejemplo, al ver que España envía toneladas de munición, me quedo preguntando si se envía también con qué dispararla. Y no quiero insistir. Únicamente necesito anotar que, si cada país envía lo que buenamente puede sin mayor orden ni coordinación, aquello no será el ejército de Pancho Villa, pero tampoco un ejemplo de estrategia militar.