Muchas personas tienen miedo a decir que "no" y a decir lo que realmente piensan. En determinadas situaciones o contextos, esto puede verse de forma negativa si supone ir en contra de lo que hace la mayoría o de lo “políticamente” correcto. Sin embargo, negarse a algo no es más que una postura, la que nosotros queremos adoptar en un momento determinado, por las cuestiones que consideremos, y esto no quiere decir que seamos peores ni mucho menos. Simplemente opinamos diferente. Así, para impedir que esto nos cause problemas emocionales o anímicos, debemos trabajar la asertividad.
Desde Psicopedia (@psicopedia), revista especializada en la psicología, explican que la asertividad es la habilidad de expresar nuestra opinión, sentimientos y deseos sin miedo. Eso sí, respetando a quien vaya dirigida la negativa y tratando de no ofender.
Según los expertos, una de las claves para lograr ser asertivo tiene que ver, precisamente, con aprender a negarnos a las cosas. Si no decimos que "no", posteriormente, nos sentiremos mal con nosotros mismos por habernos mostrado “débiles” y no haber sido capaces de realizar lo que realmente nos apetecía. De igual modo, otras personas pueden entender que somos demasiado sumisos y esto tampoco nos beneficiará desde un punto de vista psicológico.
A continuación, estos son otros consejos que señalan los expertos para conseguir ser asertivos.
La asertividad genera rechazo en algunas personas porque mostrar su opinión les hace sentirse mal de primeras o inseguros. Por ello, los expertos recomiendan comenzar con pequeños detalles del día a día que no sean importantes. Por ejemplo, si el camarero de un restaurante se equivoca y te trae un plato que no has pedido, házselo saber; o, si sales con amigos o con tu pareja y estáis decidiendo dónde ir a comer, di el lugar al que quieres ir o manifiesta tu disconformidad si eligen ir a un establecimiento que no es de tu agrado.
Di lo que piensas de manera sencilla y directa. Las personas poco asertivas tratan de justificarse y dar explicaciones, incluso, cuando no se las han pedido, porque se sienten culpables y siempre intentan agradar a los demás. De esta manera, muestran inseguridad y quieren recibir siempre la aceptación de todo el mundo. Sé tú mismo y ejerce el control sobre tus persamientos sin tener que obtener el permiso de los demás.
Otra de las señales que indican que una persona carece de esta habilidad es no utilizar la primera persona. Dan la vuelta a la conversación y atacan a su interlocutor para declarar su opinión. Por ejemplo, en lugar de decir "no voy a poder ir a la compra hoy porque estoy cansado", dicen: "No sabes el día tan duro que he tenido. Qué desconsiderado eres". Es más respetuoso decir "yo no estoy de acuerdo" que "estás equivocado".
A no ser que estés pidiendo algo que no tiene sentido, no hay motivo por el que debas sentir arrepentimiento o vergüenza. Pide lo que necesites con educación y sin tener que disculparte.
Los expertos aseguran gestos como mirar a los ojos a la otra persona, ponerse de pie y mantener una expresión facial neutra denotan seguridad. En esta línea, el tono de voz debe ser alto y claro.
La asertividad no solo implica expresar la opinión firmemente, sino también aprender a escuchar. Se puede caer en el error de darle solo importancia a lo que uno piensa y, al igual que nosotros, los demás tienen derecho a mostrarse en desacuerdo y exponer sus razones.
Si no están de acuerdo contigo, no te enfades ni te pongas a la defensiva. Considera si se puede llegar a una solución o si, por el contrario, lo mejor es evitar a esta persona.
Puede que hayas intentado lograr ser asertivo, pero te hayas rendido fácilmente. Si te han tratado injustamente debes ser persistente. Un ejemplo puede ser cuando te cancelan un billete de tren y no te ofrecen alternativas. En este caso, pregunta e insiste para que te faciliten otro tren y así poder llegar a tu destino a tiempo.
