Cuídate

Toma nota de estos tratamientos de spa que puedes hacer en casa

Mariola Báez

Foto: Bigstock

Domingo 29 de marzo de 2020

6 minutos

Cuidarte, también ahora, con un baño relajante o una exfoliación facial contribuirá a tu bienestar

Mascarillas de belleza para cuidarte como en un spa
Mariola Báez

Foto: Bigstock

Domingo 29 de marzo de 2020

6 minutos

El malestar psicológico, las emociones negativas o el estrés y la ansiedad que pueden surgir a consecuencia del confinamiento por el coronavirus son, en muchos casos, una realidad que también hay que intentar combatir.

Es muy importante seguir las recomendaciones que dan, a este respecto, los psicólogos (@CopMadrid) y expertos. Mantenernos activos, seguir rutinas que nos ayuden a organizar nuestro día a día y no descuidar los imprescindibles hábitos de aseo diario es básico. La tentación de dejarnos llevar y pasar la jornada en pijama no es lo mejor a la hora de mantener la normalidad en esta complicada situación.

Extender el cuidado personal, incluyendo algún tratamiento que incremente el bienestar, es una buena opción para relajarte, mejorar el ánimo y verte fenomenal, también en estas circunstancias.

Tratamientos spa que puedes hacer en casa

El poder de la hidroterapia

Algo tan esencial como el agua ha sido, desde la antigüedad, un elemento básico de salud y belleza. Son muchos los tratamientos que cuentan con ella como principal ingrediente. Ahora, spas y balnearios permanecen cerrados, pero en casa puedes poner en prácticas propuestas interesantes.

  • Baño relajante. Este pequeño ‘capricho’ puede ayudar a aliviar la tensión de un día duro. Agua templada, sales de baño, unas gotas de un aceite esencial o simplemente una buena dosis de gel, que te permita sumergirte, unos minutos en abundante espuma, pueden servir para disfrutar de este placer al que puedes sumar música relajante de fondo. Si quieres puedes acompañarlo de una particular sesión de aromaterapia. Diluye una cantidad mínima de los mismos aceites en un recipiente con agua recién hervida, para que los vapores que desprenda aromaticen tu cuarto de baño. Unas velas con olor, también pueden lograr el mismo efecto. Saldrás del agua como nuevo.
  • Ducha de contraste. Es un tratamiento muy frecuente que puedes hacer perfectamente en casa y que contribuirá a mejorar tu circulación sanguínea. Resulta especialmente recomendable en el caso de sufrir problemas de piernas cansadas o varices. Después de tu ducha habitual, realiza un masaje ascendente con el agua de la ducha, desde tus pies y tobillos hasta las rodillas. Para lograr una mayor eficacia, alterna agua templada con fría. Un recurso simple pero eficaz para lograr reactivar la circulación de la zona.
  • Cuello de cisne. No falta en ninguna piscina preparada para realizar un circuito spa. Se llama así al grifo de especial diseño que se coloca en el borde de la misma, permitiendo que el agua caiga en cascada en la parte superior de la espalda. Este 'invento' proporciona un agradable masaje. A falta de poder disfrutar, de momento, de esta posibilidad, la ‘alcachofa’ de la ducha también puede cumplir la misma función. Eleva tu brazo y aplica el agua que sale de la ducha, a máxima presión, sobre los hombros y las cervicales, y lograrás aliviar la tensión que pueda acumularse en el área.
Ducha de contraste

Tiempo de mascarillas

Cuidarte con ellas es sencillo y seguro que en casa tienes ingredientes naturales para hacer mascarillas con las que tratar a fondo tu cabello o la piel del rostro y el cuerpo.

Una vez a la semana, prueba a aplicar en tu cuero cabelludo esta sencilla mezcla: la yema de un huevo batido con dos cucharadas de miel. Deja actuar unos minutos sobre el cabello húmedo y retira con abundante agua templada. Hidratación y nutrición en un solo gesto. Aceite de oliva y miel, o un aguacate triturado y unas gotas de aceite son alternativas igualmente eficaces.

Si lo que detectas es que la piel de tu rostro está especialmente seca y apagada, una suave exfoliación y un tratamiento natural ultra hidratante pueden mejorar tu aspecto de forma inmediata. Como ejemplo, haz una crema exfoliante que tenga como base un yogur natural, al que debes añadir algún elemento que ejerza una ligera erosión cutánea. Unas almendras previamente trituradas, casi hasta convertirse en polvo, unos granos de azúcar o unos copos de avena bien molidos pueden ser perfectos.

Aplica la mezcla sobre la cara dejando libre la zona de alrededor de los ojos y la boca. Deja que actúe unos minutos y retira primero con un disco limpiador, suavemente y sin presionar, y seguidamente con agua templada.

Pasados unos días de la exfoliación, puedes recurrir a un tratamiento natural que aporte hidratación y nutrición extra. Una mascarilla hecha a base de plátano triturado con miel será un buen alimento para que tu dermis luzca radiante.

Sobre el autor:

Mariola Báez

… saber más sobre el autor