Preguntas

¿Las palpitaciones cardiacas son peligrosas en adultos mayores?

Mariola Báez

Foto: Bigstock

Viernes 20 de diciembre de 2019

7 minutos

Esos latidos rápidos y potentes son generalmente benignos, pero si son frecuentes requieren revisión

Palpitaciones
Mariola Báez

Foto: Bigstock

Viernes 20 de diciembre de 2019

7 minutos

Notar que el corazón bombea con fuerza, como si fuera a “salirse del pecho”, es una sensación inquietante que dura, generalmente, solo unos segundos, pero que provoca gran alarma; aunque no siempre indique una cardiopatía, ni sea un aviso de riesgo inminente de accidente cardiovascular. En cualquier caso, si un adulto mayor sufre palpitaciones frecuentes, la consulta con el médico especialista no puede esperar.

Como explican cardiólogos expertos, el corazón late a un ritmo constante, que oscila entre 60 y 100 veces por minuto. Cuando hacemos ejercicio, ese ritmo se acelera de manera absolutamente normal, para hacer llegar al organismo el oxígeno que requiere realizar esa actividad física más intensa de lo habitual. Las pulsaciones también descienden en estado reposo o cuando dormimos. Además, a medida que la edad avanza, el ritmo cardiaco ralentiza su frecuencia, aunque manteniendo la regularidad.

Causas que alteran el ritmo cardiaco en los mayores

Cualquier persona, en un momento determinado, puede tener palpitaciones más o menos evidentes. A veces se nota claramente cómo el corazón “golpea” con fuerza la caja torácica y en otras ocasiones ese latido potente parece centrarse en la zona de la garganta y del cuello.

En realidad, las palpitaciones son un tipo concreto de arritmia, una alteración en la regularidad de los latidos que tiene orígenes diversos, algunos inocuos y otros que pueden ser síntoma de alguna anomalía cardiaca.

Hay que insistir en que un adulto mayor sano y con un corazón en perfecto estado puede notar cómo su ritmo cardiaco parece “desbocarse” en determinadas circunstancias, con potentes y rápidos latidos. Entre las causas habituales que pueden provocar esta situación destacan:

  • Ejercicio brusco o de intensidad inadecuada. De ahí la importancia de realizar un buen calentamiento antes de iniciar la actividad deportiva y adecuar esta a las condiciones físicas de cada persona.
  • Estrés y ansiedad. Una noticia repentina de alto impacto emocional, una crisis de ansiedad, un estado de nerviosismo continuado (aunque no se sea consciente del mismo)… Las palpitaciones son un síntoma que se asocia con frecuencia a este tipo de situaciones.
  • Ingesta de sustancias tóxicas o excitantes. No afectan por igual a todas las personas, pero la toma excesiva de alcohol, cafeína o nicotina (tabaco o fármacos para dejar de fumar) podrían desencadenarlas.
Palpitaciones

Palpitaciones y enfermedad cardiaca

Especialmente si este tipo de arritmias son recurrentes, es básico averiguar qué las provoca porque, aunque en la mayoría de los casos son benignas, también pueden suponer un aviso de que alguna patología está alterando el ritmo cardiaco de forma recurrente.

Como señala la Fundación Cardio Alianza (@Cardioalianza), ese ritmo alterado del corazón, rápido e irregular, puede ser un síntoma de fibrilación auricular, sobre todo si va acompañado de dolor o sensación de opresión en el pecho, vértigos o mareos. La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (@seggeriatria) recuerda que la fibrilación auricular es un proceso de especial prevalencia en personas mayores, afectando aproximadamente a un 5% de los adultos con más de 65 años y a un 10% en el caso de los mayores de 80.

Teniendo en cuenta estos datos, acudir al cardiólogo para diagnosticar, a través de las distintas pruebas, una posible enfermedad es una cuestión prioritaria. Además de la posible existencia de una cardiopatía, hay otras causas que pueden acabar provocando esa arritmia que llamamos palpitaciones.

En primer lugar, puede que el origen esté en la toma de un determinado medicamento que provoca ese efecto secundario adverso. Si las palpitaciones se producen después de la ingesta de un fármaco, debes consultarlo inmediatamente con el médico.

También es posible que el problema radique en un desajuste en los electrolitos presentes en el organismo e incluso que las palpitaciones estén relacionadas con alguna disfunción hormonal. Por ejemplo, las palpitaciones, junto a los sofocos, son un síntoma habitual de la menopausia, tal y como señala la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (@_AEEM). Enfermedades relacionadas con la glándula tiroides también podrían ser el origen.

Palpitaciones

¿Qué hacer si tienes palpitaciones?

Es importante tener claro si la alteración brusca y evidente del ritmo cardiaco puede tener una causa justificable. Ante esas palpitaciones es fundamental intentar mantener la calma (aunque no resulte fácil) y no agravar la situación poniéndonos en el peor de los casos. Si se trata de un momento de estrés o ansiedad, es básico controlar la respiración intentado que se vuelva más pausada y profunda. Hay que recordar que la meditación, el yoga o el taichí pueden ser muy recomendables para personas mayores con tendencia al estrés.

También, en los casos más graves o crisis de ansiedad, existen tratamientos farmacológicos (siempre con receta médica) que pueden resultar efectivos.

Intentar respirar haciendo suaves estiramientos quizás es una buena medida para intentar “calmar” a nuestro corazón, sobre todo si las palpitaciones surgen después de hacer un ejercicio intenso.

Si las palpitaciones no cesan, deberás acudir a un hospital con urgencia y si se detienen, pero vuelven a repetirse con frecuencia, tendrás que someterte a pruebas como un electrocardiograma, un ecocardiograma o una prueba Holter que permitan descubrir qué las origina.

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Mariola Báez

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