Sociedad

Los eufemismos que usan las empresas para no contratar a trabajadores de más de 55 años

Pablo Recio

Viernes 7 de agosto de 2020

ACTUALIZADO : Viernes 7 de agosto de 2020 a las 16:54 H

7 minutos

Hablan empleados que pasaron por entrevistas y no fueron contratados por edad

Los eufemismos que usan las empresas para no contratar a trabajadores de más de 55 años
Pablo Recio

Viernes 7 de agosto de 2020

7 minutos

"Ya le llamaremos" sigue siendo una de las respuestas que más escuchan los mayores de 55 años que se encuentran en búsqueda activa de empleo. Según un informe realizado por la Fundación Adecco, el 62% de los desempleados de esas edades es parado​ de larga duración y el 75% cree que ya no volverá al mercado de trabajo. Además, ese mismo estudio concluye que el 40% de los profesionales de Recursos Humanos admite que "una edad superior a los 55 años le genera dudas a la hora de incorporar a un trabajador en determinados puestos".  

Y es que, según esta misma fundación, existen todavía empresas en las que, ya sea por motivos económicos, sociales o culturales, se tiende a premiar la juventud y a no valorar el llamado talento sénior. Y, por ello, muchos mayores de 55 años suelen ver rechazadas sus candidaturas por razones de edad, aunque muy pocas veces las compañías llegan a reconocer los verdaderos motivos de su decisión. 

El caso de Olimpia (54 años) es un ejemplo de que esta cultura edadista existe aún en algunos sectores empresariales. Nacida en Venezuela y administrativa de profesión, acudió a decenas de entrevistas de trabajo y en la mayoría de ellas fue rechazada por la edad, por lo que, finalmente, cambió de sector y probó suerte como teleoperadora y dependienta. "Lo hacen de manera muy sutil. Yo al principio pensé que era por que no tenía experiencia, hasta que me postulé para un trabajo muy sencillo y me dijeron que estaba sobrecualificada", relata. 

Adecco
Olimpia Chasin (54 años). 
 

A Olimpia le han dicho de todo con tal de no reconocer que no la cogían por edad. "Recuerdo que estábamos en una entrevista grupal para un trabajo de comercial y el entrevistador miraba a todos, pero cuando llegaba a mí, pasaba. Buscaba la forma de no mantener el contacto visual", cuenta a 65Ymás. Después, comenta, cuando les hacían preguntas, el responsable de la entrevista daba más protagonismo y ayudaba a gente joven que se "expresaba peor" o que dudaba más y, cuando intervenía ella, el entrevistador, por contra, se mostraba menos receptivo. 

También recuerda la mujer otra ocasión en la que se postuló para un trabajo de administrativo en el que debía "organizar archivos y hacer llamadas". "Era una tarea sencilla. La entrevista era individual y me dijo que si tenía redes sociales: lo había visto en mi CV. Después me preguntó: '¿Y cómo organizas tu feed?'. Yo le respondí que no tenía muy claro lo que me estaba preguntando y él me dijo que era importante", señala. Sin embargo, matiza, "las funciones del puesto no indicaban que necesitase manejar redes sociales". Además, critica, el resto de pruebas que le hicieron de manejo de otras herramientas -como Power Point o Excel- las pasó correctamente. "Era una forma indirecta de decírmelo", sostiene. 

Con todo, según Olimpia, muchas veces no es tan evidente este sesgo de edad y hay que fijarse en los pequeños detalles. "Envías tu CV sin foto ni fecha de nacimiento y, cuando llegas, se llevan una sorpresa. Me decían: 'Bueno, bien', pero la expresión corporal lo decía todo", comenta.

Y, al final, tanto rechazo por razones que no se pueden controlar, como la edad, pasa factura. Es más, Olimpia llegó a darse de baja de todos los portales de búsqueda de empleo y a "perder la motivación". "Después de pasar por 20 procesos te dices: 'No tiene que ver con mi formación, es que no les encaja'", reconoce. 

Posteriormente, la mujer acudió a la Fundación Adecco para conseguir asesoramiento y se incribió en diferentes grupos con personas en su misma situación, dándose cuenta de que no sólo era una problemática que le afectaba a ella. "En las últimas entrevistas ya les preguntaba si tenían un problema con mi edad y se ofendían", cuenta.

Finalmente, Olimpia logró un trabajo como dependienta y una de las razones por las que consiguió el empleo tuvo también que ver con la edad: "Cuando llegué a la entrevista, la encargada me dijo que buscaba a alguien de mi edad porque el público también era de mi edad", recuerda. 

Los empresarios reclaman un contrato de compatibilidad, más barato, para conservar el talento sénior

Fomento del talento sénior

"En España, la mayoría de la gente que está en recursos humanos no sabe. Hay mucho esnobismo, postureo y pensar en el qué dirán. Valoramos a la gente por que sea joven y recién licenciada", opina Alberto, un comercial de 55 años que actualmente trabaja para varias empresas, pero que tuvo que hacer muchas entrevistas de trabajo a lo largo de su carrera y, en muchas, sobre todo recientemente, sintió que se le descartaba por edad.

"En la mayoría de los procesos ves que tu candidatura ha quedado descartada. ¿Por qué? Pues porque tienes 55 años. El 95% de las situaciones son así", asegura. Sin embargo, añade, nunca reconocen las verdaderas razones. "La gente es muy falsa", asegura.

Y es que a Alberto también le han dicho, en repetidas ocasiones, las tan manidas respuestas: "Ya le llamaremos" o "Tendrá noticias nuestras". "Luego, las noticias son el silencio absoluto", critica. "Es todo puro teatro", denuncia. 

Aun así, el 'no' ya no le afecta tanto como antes. "Tengo muchas entrevistas a mis espaldas", justifica. Pese a todo, piensa que se debería dar una vuelta al mercado laboral, de tal manera que se fomente el talento sénior. "Yo tengo muchas más ganas de trabajar que alguien de 25 o 30 años", asegura. Por esta razón, propone que se incentive a nivel fiscal la contratación de personas de estas edades y que se cuide más al "empleado". "Una persona motivada trabaja el doble", sostiene. 

El 75% de los mayores de 55 años en paro cree que ya no volverá al mercado de trabajo

Un cambio de cultura

Estos dos casos son sólo dos ejemplos de sesgo edadista a la hora de contratar pero, según Delia Salinero, consultora de la Fundación Adecco, es algo que sigue ocurriendo en muchas empresas. Y a veces, opina, no es tanto por un empeño de los empleados de Recursos Humanos, sino por las "decisiones finales de los mánagers".

"Las personas que ayudamos nos cuentan de todo. Desde que a veces, a nivel del lenguaje no verbal, se sorprenden, hasta preguntas del tipo: '¿Cómo te sentirías si tu jefe fuese más joven?' o '¿Qué puedes aportar en un equipo que sea más joven que tú'", comenta Salinero. "El mayor miedo que suelen tener las empresas es incorporar a una persona de más de 55 años en un puesto en el que no tenga que dirigir. Piensan que, por tener un jefe más joven, va a haber problemas", explica.

Además, sostiene, antes de llegar a la propia entrevista hay empresas que ponen trabas para los mayores de 55. "Nos estamos encontrando con ofertas donde la empresa se describe como joven, con un ambiente jovial o con un equipo de nueva creación donde se buscan personas dinámicas. Y hay veces en las que da por hecho que una persona de más de 55 no va a encajar", critica.

No obstante, Salinero reconoce que con el confinamiento esta tendencia edadista se ha revertido en parte. "Estamos viendo un cambio por el teletrabajo, que requiere de una serie de competencias que un mayor de 55 suele tener. Es decir, esa capacidad de organización, de resolver el día a día o respecto a ese miedo que tienen algunas empresas al escaqueo", apunta.

Aun así, queda mucho trabajo por hacer. "Dependiendo de las empresas, algunas están más adelantadas y otras siguen en la Edad Media", opina. Por ello, explica, es necesario fomentar "un talento sin etiquetas" para que se valore a las personas por sus competencias y no por factores como la edad. 

Sobre el autor:

Pablo Recio

Pablo Recio

Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica. 

En 65Ymás, ha contado el drama vivido en las residencias durante la pandemia y ha sacado diferentes exclusivas de impacto como 81 menús de residencias de mayores, a examen: "Baja calidad nutricional y abuso de procesados"que fue citado en una comisión de investigación en la Asamblea de Madrid. 

Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial. 

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